Con los ingredientes propios del género del terror y al mismo tiempo, algo de humor y el toque escatológico (para la platea adolescente), es que M. Night Shymalan revisita la pantalla grande. Como en El Sexto Sentido, el director tomará a una adolescente y su hermano, pre-adolescente, como protagonistas de momentos que hacen saltar de la butaca. Lo más gracioso es que el problema más grande que sufren Becca y Tyler es ir a visitar a sus abuelos por primera vez.
Abre la película con la madre de ambos hablando a cámara, como si estuviera haciendo terapia y contando que la última vez que vio a sus padres hizo algo terrible, que no quiere contar. Desde allí, nunca más trató de contactarlos y ahora, es que por una semana, los chicos irán a renovar los lazos con su familia materna, la única que les queda, ya que el papá de ambos los abandonó unos años atrás.
Becca está haciendo un documental, por eso la madre miraba a cámara. Cuando esté con los abuelos, seguirá rodando mientras su hermano intentará colar algunos raps de su autoría. La mayor preocupación que tienen los hermanos es que en la casa donde creció su mamá no hay señal de celular. Al menos hay teléfono y por ese medio, en algún momento, podrán establecer una videollamada.
Todo va bien hasta que llega la primera noche, allí se dan cuenta de que su abuela no está muy bien de salud, al día siguiente ven que tampoco el abuelo se comporta de una manera normal. Aquí, comenzarán los escalofríos, los sacudones y tratar de desentrañar el secreto detrás de esta pareja que no deja que sus nietos salgan de su habitación luego de las 9.30 de la noche y qué hizo la hija de ambos para luego cortar todo lazo.
Deanna Dunagan, hará de la dulce abuelita que cocina deliciosas galletas de día y de noche parece ser la del cuento de Caperucita Roja; Peter McRobbie, será Pop Pop, quien trata siempre de advertirles a los chicos que no es conveniente salir al pasillo después de las 9.30 y no sé sabe muy bien a qué va al granero todos los días; Kathryn Hahn, será la madre con la pena de haber escapado de su hogar y que sus padres nunca hayan vuelto a hablar con ella, salvo hasta este momento en que piden conocer a sus nietos, ¿será para perdonarla? En todo caso, ¿de qué tendrían que perdonarla? Y para los chicos un fuerte aplauso: Olivia DeJonge (Becca), que nos brindará una clase de realización cinematográfica (por su papel de documentalista) y Ed Oxenbould (Tyler), que carga con los estigmas propios de la separación de sus padres y se desvive limpiándose las manos con carilinas aunque esto no le impide, como decía antes, desarrollar sus dotes de rapero.
Presten atención a los ángulos de cámara, que no son los normales pues si bien la peli fue filmada profesionalmente, son los chicos, los que dejan la cámara prendida en lugares en donde no se está enfocando todo, luego hacen acercamientos que no son los normales y en otras ocasiones vemos un recorte del plató.
El suspenso clásico, no mucha truculencia, y los descubrimientos que van acelerando la acción en esta entretenida película que disfrutarán tanto los adolescentes como los mayores que sigan a Shymalan. Después de la Casa Vampiro, Escalofríos y dentro del tono, sea esta recomendación para Los Huéspedes.