Shyamalan vuelve a sus raíces
"The Visit" marca la vuelta del polémico director M. Night Shyamalan ("Sexto Sentido", "Señales") a la gran pantalla. Recordemos que el pobre Shyamalan viene de ser vapuleado por sus últimas películas, "After Earth", "The Last Airbender" y "El fin de los tiempos". Es un tipo que realmente estaba en la cresta de la ola allá por el 2004, era muy respetado, venerado por parte de la crítica y se daba el lujo de trabajar con las estrellas de cine que quisiera, hasta que realmente, como se dice en mi barrio, la terminó cagando completamente. Estrenó en el 2006 la anodina película "La dama en el agua" y de ahí en más se fue todo en caída libre. Estos eventos negativos lo trajeron a esta situación actual, dirigir un film de bajo presupuesto con ningún actor de moda. Paradójicamente parece ser lo que le hacía falta para comenzar a tomar vuelo nuevamente.
Esta película de terror con toques de comedia resulta fresca y entretenida, logrando un buen equilibrio entre estos dos géneros tan disimiles. No es lo mejor del año, pero sí debo rescatar que entre todas las propuestas de este estilo, se destaca y tiene algunos momentos que realmente asustan y otros que te dibujan una sonrisa en la cara. Creo que ayudó bastante el casting de actores prácticamente desconocidos, que no tenían la presión de tener a toda la prensa encima para buscarles el más mínimo error y darles con un caño. El trabajo de los actores que hacen de los abuelos de los protagonistas, es bastante bueno y lograr mantener al espectador tensionado. El joven actor Ed Oxenbould que hace el rol de Tyler, uno de los nietos, también me resultó divertido.
Creo que en "The Visit" se puede volver a ver eso ojo del director indio para crear atmósferas de misterio y tensión, con algunos grandes momentos de locura y hasta humor. Una cuestión que creo que le baja puntos es que llegó tarde a la onda y nos ofreció una filmación que simula la cámara en mano, el falso documental digamos, que ya vimos hasta el hartazgo en películas del género durante 2014 y parte del 2015. Otra cuestión no tan positiva es que la revelación final sobre lo que está pasando se puede anticipar bastante antes y pierde un poco de fuerza al confirmarse lo que uno comienza a sospechar a los 40 minutos del film.
La falta de presupuesto creo que lo obligó a no irse por el camino fácil del efecto especial y la pomposidad creativa. En cambio optó por ser mucho más eficiente en las sensaciones que quería generar en el público y hace un buen uso de la cámara y el timing de filmación.
Una película que nos indica que el talento de Shyamalan está saliendo del coma y que puede retomar la buena senda una vez más. Ojalá vuelva al pulso que supo tener con "Sexto Sentido" o "El Protegido".