La nueva “Indestructibles” tiene la acción y la diversión justas
A los cinco minutos de película, explota un tren. Veinte minutos más tarde, explota un puerto entero. Los primeros tres actos de las nuevas andanzas del equipo de mercenarios maduros liderado por Stallone vienen recargados con toda la acción necesaria para justificar otra secuela del inesperado éxito en el que el actor de "Rocky" empezó a juntar a los héroes musculosos típicamente ochentistas.
Y justamente esta nueva yunta es de lo mejor, ya que aprovecha especialmente bien a los nuevos indestructibles Wesley Snipes, Antonio Banderas, Harrison Ford y Mel Gibson, quien como el villano funciona bastante bien entrando en el juego que propone la saga de mezclar los chistes autorreferenciales relacionados con cada astro invitado.
Por otro lado, el argumento es divertido, ya que el asunto es que a Stallone se le están destruyendo los indestructibles, por lo que todo empieza con la liberación del ex coequiper Wesley Snipes encarcelado desde hace años en una prisión africana, que casi queda de paso del destino de la misión, para recuperar una bomba nuclear en la costa de Somalia (en la vida real, el viejo camarada de Stallone en "Demolition Man" estaba desaparecido desde hace un par de años, encarcelado por evadir impuestos, detalle que también es aprovechado con humor).
Pero ante los resultados adversos en la formidable escena portuaria (el uso intensivo de containers como escenografía está magistralmente apovechado por el director Patrick Hughes y la cámara del talentoso Peter Menzies Jr) Stallone decide jubilar a su equipo original y dedicarse a un casting de jóvenes descerebrados hasta lo kamikaze.
Estas escenas, si bien tienen sus buenos pasos de comedia, ralentan un poco el vertiginoso ritmo original, ya que van presentando uno a uno a los chicos nuevos, Kelsey Grammer, Victor Ortiz, Glen Powell, Kellan Lutz y a la que mejor de estos reclutas, la experta en artes marciales Ronda Rousey, toda una revelación, con algo del kitsch de las semiolvidadas películas ochentistas de la karateca Cynthia Rothrock.
Por supuesto, jóvenes y veteranos terminarán uniendo fuerzas para combatir al ejército personal del criminal de guerra que interpreta Mel Gibsoncon bastante humor negro pero menos maldad de lo esperable; de hecho, esta película es muy violenta, pero tiene menos gore que las otras dos.
La sorpresa es la aparición realmente divertida de Antonio Banderas como un ex legionario que se quedó sin guerras donde pelear, y de un Harrison Ford (reemplazando al contratista de la CIA Bruce Willis, que enojó a Stallone por pedir un dineral para participar en este film), que realmente parecer divertirse a lo grande bombardeando tanques desde un helicóptero mientras pone las mismas caras y hace el mismo tipo de chistes del legendario Han Solo de "Star Wars".
Obviamente no se le puede pedir a "Los indestructibles 3" cosas que no pretende ofrecer, pero como divertimento de superacción no sólo no defrauda, sino que incluye algunas escenas impactantes para ver más de una vez.