Equipo nuevo y viejo enemigo
Sin la dirección de Sylvester Stallone, vuelve el equipo de mercenarios con más estrellas y con una misión que los lleva a descubrir los orígenes de su formación. Sin Bruce Willis, el film reúne una vez más a Jason Statham, Arnold Schwarzenegger, Dolph Lundgren, Randy Couture, Jet Li, a los que se suman Wesley Snipes, Antonio Banderas, Harrison Ford, Mel Gibson, Kelsey Grammer y Kellan Lutz (Crepúsculo), entre otros.
El choque entre lo nuevo y lo que queda de la "vieja escuela" impulsa el relato dirigido por Patrick Hughes, rodado en Bulgaria, que enfrenta a Barney (Stallone) con su propio equipo cuando decide formar una unidad con sangre nueva, rapidez y equipos de alta tecnología (¿Qué llevas en tu muñeca, una computadora?) para salir tras los pasos de un peligroso traficante de armas (Gibson) al que se creía muerto.
El guión de Creighton Rothenberger y Katrin Benedikt (La caída de la Casa Blanca) juega con la acción espectacular (la secuencia del edificio sobre el desenlace), los diálogos chistosos que no se detienen sólo en bromas sobre la edad, sino en situaciones que afrontan los personajes en la vida real (Wesley Snipes liberado de prisión tras su evasión impositiva) y en un verborrágico Antonio Banderas que posa para la cámara, baila y enloquece a todo el grupo con sus relatos.
Aunque sigue siendo efectiva en sus escenas de gran despligue, el film ya muestra algunos síntomas de cansancio y queda un escalón por debajo de sus antecesoras. Una vez más, las estrellas disparan, se suben a un tanque de guerra y corren en medio de una serie de explosiones para mantener vivo el género.