Expendables 2 fue una de las películas de acción más divertidas que se estrenaron en los últimos años.
Cuando la historia llegó a su fin quedaba claro que no iba a ser fácil superarla. El film había sido una fiesta nostálgica para los amantes del género de acción y la continuación tenía la presión de ser mejor todavía para extender esta propuesta en una saga.
El desafío que presentaba la tercera entrega no era sencillo pero nadie podía imaginar, debido al reparto reunido, que esta producción resultaría tan decepcionante.
La visión de Expendables 3 deja cierto sabor amargo debido a la codicia de Sylvester Stallone, el principal productor responsable de estos filmes.
Sly se empachó con el éxito que consiguió en los capítulos anteriores y en esta ocasión tomó malas decisiones que fueron fatales para esta película.
En primer lugar fue una pésima idea desarrollar este film para un público adolescente con el objetivo de recaudar más dinero.
La película presenta un tratamiento de la acción mucho más light con el objetivo de conseguir la calificación "Prohibida para menos de 13 años".
Esta cuestión también afectó la trama del film donde Stallone destruyó como guionista el espíritu que habían tenido las historia de los Expendables.
El principal atractivo de estas películas pasa por ver juntos a los grandes veteranos del género. En la nueva entrega, los personajes que conformaban el equipo original de mercenarios quedaron relegados a un rol secundario porque Stallone prefirió enfocarse en una nueva generación de Expendables más jóvenes.
Personajes aburridos y sin carisma que son interpretados por actores olvidables como Kellan Lutz (La leyenda de Hércules).
La película comienza fuerte con la fabulosa presentación del personaje de Wesley Snipes, quien luego queda en el olvido dentro del conflicto. Los únicos que logran destacarse un poco más son Antonio Banderas con su interpretación live action del burro de Shrek y Mel Gibson, quien representa lo mejor de esta película.
Cada una de sus escenas levanta por completo el tedio de la historia. Es el único actor del reparto que parece haberse divertido en serio durante el rodaje y eso lo transmitió en su interpretación. El resto están ahí porque tenían que cumplir con un contrato.
Espero que Jet Li haya cobrado un buen sueldo ya que es lamentable la manera en que se lo desaprovechó nuevamente en esta saga. Su personaje aparece un minuto y ni siquiera interviene en escenas de artes marciales. Simplemente lo convocaron para sumar un nombre en el afiche. Debe andar con problemas financieros, ya que de otro modo no se entiende que un artista de su nivel se preste para esto.
Estas cuestiones no ayudaron a que Expendables 3 fuera la buena película que uno esperaba y las cosas empeoraron más todavía con la decepcionante dirección de Patrick Hughes. Un realizador australiano que se destacó con el film independiente Red Hill y acá ofrece una película vergonzosa en materia de realización.
La culpa no es completamente suya sino de los productores que desean generar plata en la taquilla con el menor gasto posible.
En consecuencia, reducen costos abusando de la animación computada en las secuencias de acción. Hay escenas de este film que son un insulto al género.
Al comienzo de la historia Stallone hace explotar un helicóptero con un control remoto. La explosión la hicieron con efectos digitales y se ve tan trucha que parece un dibujo animado.
Uno recuerda que en Arma Mortal 3 el director Richard Donner demolió un edificio en serio para la secuencia inicial de la película y la verdad que te dan ganas de llorar al ver como se aborda la acción en Hollywood por estos días.
Hacia el final la batalla en helicópteros en la que interviene Harrison Ford es tan artificial, debido a los malos efectos de CGI, que Sharknado parece una producción de Spielberg. Si el director John Milius (Red Dawn) llega a ver como quedó esa escena le agarra una úlcera.
Por el elenco reunido con tantas figuras grossas del género, los films de Expendables deberían presentar películas de mayor calidad en los aspectos visuales en lugar de estos filmes baratos que son penosos de ver.
Esto es responsabilidad de los productores que eligen ir por este camino. En materia de acción, Escape imposible, la última que hicieron juntos Stallone y Arnold Schwarzenegger es completamente superior a Expendables 3. Ahí tenías muy buenas secuencias de peleas y tiroteos donde no se abusaba de la animación computada para recrear una explosión.
Si te gusta el cine de acción este estreno de todos modos zafa y te entretenés un rato. No puedo decir que me haya aburrido, pero la verdad es que no fue la película que hubiera esperado disfrutar. Me habría gustado ver más participación de Wesley Snipes en la historia y un duelo final entre Stallone y Gibson que no pareciera el típico cierre de un episodio de Walker Texas Ranger.
Así se dieron las cosas. Expendables 2 fue una fiesta. La nueva entrega es una película regular que tiene algunos momentos divertidos.