Un comando de mercenarios conocido como Los indestructibles no tiene afiliación a ningún país ni identidad "oficial", por lo tanto cuentan con total libertad. Lo integran un amante de los cuchillos, un experto en artes marciales, un especialista en artillería pesada y un par de aficionados a los explosivos. Eligen los trabajos que desean realizar, generalmente no por dinero sino por que se sienten emocionalmente conectados con las víctimas o con sus causas. Sus servicios son solicitados para asesinar a un malvado dictador de un pequeño país en una isla sudamericana, un general que corrupto que somete al pueblo, mediante el miedo y la tortura, mientras acumula poder y fortuna en sociedad con un ex agente de la CIA. La fotografía de un niño brutalmente masacrada los induce a aceptar la misión. Una vez en la isla son emboscados por los hombres del malvado General, complicándose más situación cuando descubren que también son perseguidos por un traidor infiltrado que supuestamente coopera con la CIA El equipo resuelve abandonar la empresa, para luego resolver vuelve a completar y salvar a una chica inocente que sabe toda la verdad detrás del complot contra ellos.
Tal es el resumen de esta aventura que involucra a “Los Indestructibles”, por lo que es muy fácil deducir que promete acción sostenida desde el principio hasta fin, con luchas permanentes empleando todo tipo de armas imaginables, con enfrentamientos cuerpo a cuerpo, un esplendoroso marco de efectos especiales y visuales, y muy generosas balaceas, todo ello para coronar el imperio de violencia que siempre acompaña a este grupo de mercenarios.
El espectador que gusta de estas manifestaciones fílmicas no se sentirá defraudado, pues contiene todos los ingredientes para una receta muy frecuentada por guionistas, productores y realizadores dedicados a la cinematografía-espectáculo de acción por la acción, incluso con un apropiado final abierto a un romance, por ahora apenas insinuado, y merced al animo predispuesto del equipo para involucrarse en una nueva aventura.
“Los indestructibles” les resultará satisfactoria particularmente a quienes les traiga reminiscencias de aquellas producciones de acción por acción características de las décadas del 70 y 80 del siglo pasado, con sus clisés y códigos, incluida la presencia de algunos de sus iconos masculinos entre los intérpretes, con sus físicos musculosos, tatuajes varios, camperas de cuero, que podrán reconocer no sin cierta saludable nostalgia, en tanto que a las nuevas generaciones es posible les resulte entretenida, particularmente por el ritmo logrado por la bien articulada compaginación, y los toque de humor aportado por comentarios o frases sueltas en los diálogos, con un gags que queda para la historia: en una escena aparece Arnold Schwarzenegger, uno de aquellos iconos –hoy gobernador de California- cuando le preguntan a Stallone “ese, ¿quién es?”, la respuesta no se hace esperar: “ese quiere ser presidente...” Puede también descubrir al gigantesco contrincante que enfrenta a Stallone en “Rocky IV” (1985), Dolph Lundgren, u otros más frescos en la memoria como Bruce Willis o Mickey Rourke.
Los excesos de arbitrariedades y artificialidad no lo invalida como buen producto de entretenimiento, aunque resulte muy discutible, o polémico, al ser considerado ideológicamente por estar en las antípodas de la actual política estadounidense al sustentarse en la que rigió en ese país durante los años ochenta.
Por otra parte, pueden encontrarse puntos de coincidencia, salvando distancias conceptuales y artísticas, con títulos de otros realizadores que reivindican a los “viejos”,
quienes otrora integraban los consejo de los sabios, en tanto hoy son considerados carne de geriátrico. Por ejemplo, lo hizo con gran nivel, y cierto humor e incluso una dosis de ironía, Clint Eastwoon particularmente en “Los imperdonadles” (1992) y en ”Jinetes del espacio” (2000)
Con Stallone de por medio, y una segura buena taquilla en su explotación internacional, no es de extrañar futuras secuelas de “Los indestructibles”, como lo fueron sus anteriores exitosas incursiones con Rocky y Rambo, si tenemos en cuenta que ha declarado seguir activo en el negocio fílmico.