Carta de un fan
Nuestro redactor friqui declara su amor por Stallone y de paso le da un par de consejitos sobre cómo filmar, en una exhibición de su friquez tan sincera como imperdible.
Querido Sylvester:
Te escribo esta carta como un gran fanático tuyo y de tu carrera. Me acuerdo de chico cuando encerrado en mi cuarto vi Rocky 3 en una televisión de 14 pulgadas, que no fueron suficientes para frenar la emoción que me generaba ver cómo te reponías de la muerte de tu entrenador Mickey y terminabas por moler a piñas a Mr. T en la pelea final. Ahí nació mi fervor por tus películas y tus personajes, que fueron íconos del cine de acción de los ochenta y principios de los noventa. Rocky, Rambo, Cobra, Tango y Cash, El Demoledor y Cliffhanger, entre otras, fueron películas que marcaron mi infancia y adolescencia (junto con joyas como Comando, Duro de Matar y Depredador). Muchos cinéfilos, para hacerse los cool, tratan de olvidar cierto cine que veían de chicos, pero yo no reniego de mis orígenes. A mí lo que me hizo entrar en el mundo del séptimo arte son aquellas pelis donde tipos como vos o tu amigo Arnold lo único que hacían era reventar a balazos a un ejército entero sin ningún tipo de piedad ni remordimiento.
Como decía, siempre fui un fan tuyo de la primera hora. Y sí, a veces eso hizo que me comiera mas de un garrón como Asesinos (película con el clímax mas aburrido de la historia), El Juez o El especialista (aunque vos seguro la pasaste bomba en tus escenitas con Sharon Stone), por no hablar de comedias como ¡Pará o mi mama dispara! (¿podés creer que de chico me llevaron al cine a verla?). Me acuerdo cuando hiciste Tierra de policías para demostrarle al mundo que podías ser más que una estrella de cine de acción, que podías hacer eso que los actores llaman “rol dramático”, pero nosotros sabemos que en el fondo lo tuyo no es el drama, que tus músculos anabolizados impiden que en tu cara pueda verse un mínimo de fibra emotiva. Y es cierto que tuviste una serie de fracasos económicos que te llevaron a repensar si todavía seguías siendo la gran estrella que por mucho tiempo fuiste.
Pero después conseguiste algo milagroso. Allá por el 2004, cuando ya la prensa ni se acordaba de quién eras, anunciaste que ibas a hacer una nueva secuela de Rocky, lo que suscitó obviamente que se te cagaran de risa en la cara, haciendo los típicos chistes de que eras un viejo dinosaurio que buscaba exprimirle el último billete que quedaba a la marca que te había hecho famoso cuando no eras nadie. Y sin embargo los callaste a todos, porque hiciste una película chiquita y noble en donde no ocultabas el paso de los años y te permitías dialogar honestamente no sólo con tu carrera sino con tu propia figura icónica. No conforme con eso redoblaste la apuesta y resucitaste exitosamente a Rambo, demostrándole a la gilada cómo se hace una auténtica película de acción, con cuerpos mutilados atravesando la pantalla y vísceras colgando del lente de la cámara. Era un hecho: Sylvester Stallone había vuelto con todo.
Lo que me lleva a Los Indestructibles. Cuando leí que querías juntar a varias estrellas para hacer LA película de acción que les enseñe a las nuevas generaciones cómo es que realmente hay que hacerlas, la verdad que me entusiasmé. Después leí que iban a estar Jason Statham, Jet Li, Mickey Rourke, Eric Roberts y ¡DOLPH LUNDGREN! y creo que por poco me internan en el Borda ¿Será posible?, pensé. ¿Sería ésta la película a la que toda tu carrera estuvo destinada, tu magnum opus? Había una cosa que me hacía dudar, y era el hecho de que para vos es imposible hacer tres películas buenas una atrás de la otra. Siempre encontrás la manera de arruinar un proyecto, especialmente cuando tu ego se pone por delante, como ya pasó otras veces (aunque siempre voy a bancar a Rocky 4 y toda su nefasta ideología reaganiana) ¿Te digo lo que pienso sobre cómo salió este último proyecto?
Para mí, Los indestructibles es una película de momentos. Momentos que la hacen magnífica en su desfachatez por querer irse al carajo en cuanto a explosiones y muertes , pero también momentos que la vuelven estúpida, y no sólo por detalles como que en un país de Centroamérica no sepan hablar bien en español. A mí nunca me interesó la cuestión ideológica en tus películas (está claro que sos más facho que Bush y Schwarzenegger juntos), yo sólo quiero ver cómo ametrallás a los malos de las formas más salvajes posibles. Pero acá hay un asunto que no me podés negar, querido Sly (te puedo llamar Sly, ¿no?) y es que el guión está escrito a las apuradas y a medida que se iba ensamblando tu elenco soñado. Si hay algo que me enseñaron películas como Los 12 del patíbulo es que para que funcione un film del género “grupo de gente haciendo una misión”, se tiene que notar en pantalla la interacción, la camaradería del grupo, pero lo más importante de todo es que sepamos quién es y de dónde viene cada personaje.
Acá tenemos un grupo de mercenarios cuya personalidad parece definida sólo por rasgos estereotípicos. Jet Li es chino, y por lo tanto su conflicto dramático es ser bajito; Jason Statham (el mas carismático de todos por afano) tiene una novia pero nos importa un bledo la relación que tienen; Terry Crews (el mismísimo presidente Camacho de La idiocracia) es el clásico negro simpaticón que tira chistes, y hay un tipo más que tiene una oreja que parece un coliflor y al que la terapia le viene bien, pero nada más. Ah, y está Mickey Rourke para que se mande un discurso dramático así el film tiene su cuota de “importancia”. Eso sí, al menos le diste a mi amigo Dolph la oportunidad de que muestre sus dotes actorales (aunque su dialecto inglés mezclado con ruso sigue generando risas involuntarias), dándole el rol de “el drogado e inestable del grupo”. Es cierto, los diálogos nunca fueron tu fuerte, lo tuyo es la acción y está bien, en ese rubro cumpliste con creces, sobre todo en el asalto final en donde se quiebran tantos cuellos como venas salen de tus brazos cual efecto 3D. Igual me hubiera gustado que no apeles tanto a filmar en planos cerrados y con tantos cortes de montaje, porque si tenés a tipos atléticos como Li y Statham junto a Gary Daniels y Corey Yuen como coreógrafo de las peleas estaría bueno ver más claramente los movimientos y las tomas utilizadas.
La conclusión es que, pese a los problemas y a las decepciones que uno pueda llegar a tener, celebro esta resurrección tuya, porque vos la peleaste en serio a lo largo de tu carrera. Eso sí, ahora que estás en la cresta de la ola no te dejes estar, tratá de ver los errores cometidos así podes cumplir la promesa de entregar la película de acción que termine con todas las películas de acción. Mi humilde consejo para Los indestructibles 2 es que contrates un buen director (creo que John Mc Tiernan está disponible), un montajista decente y POR FAVOR que alguien te ayude a escribir escenas de diálogos (te recomiendo a Shane “Arma mortal” Black). Yo voy a estar ahí para verlo, como estuve en las buenas y en las malas.
Atte.
Santiago
PD: Otro consejito más Sly, para la segunda pegales un llamado a Carl Weathers y a Bill Duke, que seguro andan necesitados de plata.