Una historia para reflexionar y no temerle a la muerte.
Este es el debut cinematográfico de la directora y escritora mexicana Claudia Sainte-Luce y nos trae una historia autobiográfica. Ella cuando se encontraba en Guadalajara, conoció a Marta con 44 años y le tocó convivir con ella durante la etapa terminal de su enfermedad (el VIH) y también estuvo junto a sus hijos Alejandra, Wendy, Mariana y Armando. El guión lo terminó siete años después del fallecimiento de Marta y no da los apellidos por razones obvias.
Así nace “Los insólitos peces gato'', protagonizada por Lisa Owen (como Marta) y que cuenta con los hijos de la vida real: Alejandra, Wendy, Mariana y Armando en el reparto. El film comienza mostrando a Claudia interpretada por Ximena Ayala, (este personaje está inspirado en la propia directora), una joven solitaria de 22 años, sin familia que trabaja en un supermercado y que tiene una vida rutinaria, aburrida, opaca y una noche sufre un fuerte dolor, concurre al hospital y le diagnostican apendicitis y debe ser operada; en ese lugar conoce a Marta (Lisa Owen), y a sus cuatro hijos que la acompañan. Durante esa convivencia comienzan a relacionarse y Marta le ofrece a Claudia que vaya a vivir con ellos, de esta forma su vida cambia ya no estará sola.
La historia es conmovedora, triste, no apunta tanto para que saquen los pañuelos porque a la vez es divertida y en todo momento por las distintas escenas te lleva a la reflexión, es un verdadero aprendizaje , porque la muerte es un tema muy difícil de tratar y de asimilar, porque te encontrás frente a la soledad, al vacío y las reacciones de los seres que tienen esa pérdida pueden ser diferentes, te podes esconder en el trabajo, no queres entrar a un hospital, te estresas con facilidad por cualquier cosa, entre otros comportamientos, todo da para ir viéndolo también desde una óptica diferente.
Además habla sobre la familia, la unión, el miedo, el dolor, la muerte y como sobrellevar los momentos difíciles. Se encuentra muy bien ambientada, todo está bien cuidado, cada detalle, la cámara se va metiendo en esa casa, existen situaciones divertidas como cuando toda la familia realiza un viaje a la playa en un pequeño auto. En varias de sus secuencias, para aquellos que ya la vimos nos recuerda a la ganadora de dos Premios Óscar “Pequeña Miss Sunshine” (2006).
La protagonista Lisa Owen adelgazó 10 kilos y compone muy bien su personaje, va demostrando el deterioro que causa la enfermedad en el cuerpo, la voz y el rostro. Esta es una madre que tuvo sus hijos con tres padres diferentes contagiándose el HIV de uno de ellos y observamos como va sobrellevando la enfermedad; el resto de los personajes son coloridos, algo excéntricos, inquietos y juguetones. Resulta un film interesante para ver, únicamente en las cuatro salas que consiguió en todo el país.