Una mansión en algún lugar de Reino Unido habitada por dos ancianos, se presenta como el target perfecto para un grupo de jóvenes delincuentes que sólo buscan “diversión”. “Será fácil robar algo de su fortuna” dicen, “Lo que a ellos les sobra, para nosotros es la vida”. Con ese pensamiento, la idea de irrumpir en la ostentosa propiedad, es el plan perfecto. Sin embargo, y de acuerdo a las reglas del género, por supuesto, nada sale como esperan.
Los intrusos (The Owners) es un nuevo film de terror ambientado a principios de los años 90´. La premisa se presenta como una típica invasión y hurto a la propiedad privada y la idea como tema cinematográfico, siempre es atractiva. Tres jóvenes cansados de su pobreza (y una cuarta adicional por casualidad), deciden quebrar su racha de malas finanzas atacando la fortuna de esta pareja de ancianos que viven lujosamente en la campiña inglesa. Como es habitual, el plan en términos de idea, es perfecto, pero en la práctica no se puede decir lo mismo. Lo que comienza como un “juego de niños malos”, deriva en un raid de violencia física y verbal en aumento.
Con habilidad narrativa y precisión en los detalles visuales, la película se va transformando a medida que avanza. Su principal variación es la inversión de roles: el ratón pasa de cazador a cazado y allí comienza el verdadero conflicto narrativo. Oscura y con una crueldad manifiesta en primeros y primerísimos planos, la puesta en escena es una protagonista más. Por un lado, los jóvenes delincuentes, y por el otro, los ancianos y la propia casa que pronto cobra protagonismo y transmuta en trampa mortal.
A su vez, la tensión del relato es cada vez más opresiva, tanto que como recurso formal comienza a achicarse el marco de cuadro aumentando, generando sensación de ahogo y encierro. Si bien es un poco brusca la transición, si el espectador logra involucrarse en la historia, casi no podrá percibir este cambio de formato de frame.
En tanto relato, la historia es conocida, algo que debía ser sencillo termina saliendo mal. De todos modos, lo que más llama la atención del gustoso del género, es la posibilidad de volver a ver uno de esos films donde se sabe cómo entran los personajes, pero nunca cómo salen (y si lo hacen). Este punto es el condimento clave para cada oportunidad en la que se decide contar este tópico. Hay mucho de conocido en las formas, pero siempre sorpresas en la narración.
Los intrusos, logra una eficacia audiovisual certera porque ofrece todo lo que el espectador necesita: violencia, sangre, terror y un toque de locura. ¿Te imaginas estar en manos de una pareja de ancianos sádicos? Y si bien tiene detalles que no se logran desarrollar del todo, el conjunto resulta atractivo y cumple con su función de entretener y proveer un par de sustos, sobre todo psicológicos.