Sobreviviendo
Niños y jóvenes combatiendo a muerte en una crítica al autoritarismo de la TV y el Gobierno.
Orwell tenía razón. Tan cierto como que el dominio de la televisión y el del poder político se consustancian y anidan en Los juegos del hambre , primer libro de una trilogía que amenaza en convertirse en el cine en la prima dilecta de la saga Crepúsculo .
Es que no sólo los protagonistas son adolescentes. Con -al menos en Los juegos...
- escaso romanticismo y más ferocidad que en Crepúsculo , la película es en lo básico una batalla campal en la que 24 participantes, niños y jóvenes, deben luchar entre sí en medio de un bosque, y en la que sólo puede haber un ganador. Es decir: un sobreviviente. El resto, debe morir.
Si Andrew Niccol había imaginado las nefastas consecuencias de un ser común, que vivía en un reality show sin saberlo en The Truman Show (Peter Weir, 1998), el filme que se adelantó a Gran hermano , es esperable que lo que cuenta Los juegos...
no llegue a ninguna realidad. Nunca se sabe.
La trama nos sitúa en un futuro en el que se especula que los Estados Unidos ya no serán lo que son hoy, después de una guerra, sino un conjunto de doce distritos. Y el poder -que uno imagina no es de turno, sino que planea quedarse allí instalado- viene celebrando (literalmente) desde hace añares los Juegos del título. En cada distrito se elige, por sorteo, un joven y una joven para que los represente. Y la previa de los Juegos y la competencia misma es televisada en vivo y en directo, con el agregado de que, como en The Truman Show , la “realidad” puede ser manipulada por el “Gran hermano”. Como, por ejemplo, arrojar bolas de fuego para forzar a Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) a no desviarse del camino...
Katniss es una cazadora, que se anota como voluntaria cuando el papelito que sacan es el de su hermana menor. Katniss es buenaza, y hasta parece incapaz de matar a nada o nadie si no es por necesidad de comida. Pero no le den un arco y una flecha, y un motivo para sobrevivir...
El marcado interés romántico -su novio, que queda en el distrito, Liam Hemsworth; su compañero en el sorteo, Josh Hutcherson- están aquí en un lejano segundo plano. El director Gary Ross ( Amor a colores , guionista de Quisiera ser grande ) opta por sobrecargar los apuntes en contra de los mandamás de la televisión, que desean mejorar el programa forzando las cosas y complaciendo al Presidente (Donald Sutherland), que no resiste ni un signo de rebelión en la granja, perdón, los distritos.
Por una cuestión de tiempos cinematográficos algunas cosas han cambiado. Las matanzas son menos gráficas, y el carácter de Katniss está más esbozado que remarcado. Pero sin Jennifer Lawrence, la actriz de Lazos de sangre , otra sería la historia. La película se centra en ella, en su sufrimiento por lo que ve y también lo que debe hacer.
Filme sobre innumerables temas, entre ellos el despotismo, la solidaridad, el amor y la traición, sólo le falta ser real. Porque a Los juegos... habría que entenderla como de ciencia ficción. ¿No? «