En la línea de algunos clásicos del cine, “Los juegos del hambre” propone una mirada al futuro de la sociedad, reorganizada de forma autoritaria después de una guerra civil. Basada en la primera de tres novelas editadas en 2008, la película recuerda la atmósfera de íconos como “Brazil”, “1984”, “Blade Runner”, “Metrópoli” y “Truman Show”. El país está dividido en distritos, algunos pobres y otros riquísimos. Cada año el gobierno organiza unos juegos en los que dos adolescentes de cada zona deben competir hasta que sólo uno sobreviva. Mientras, todo el proceso es televisado como un reality muy popular. Metáfora social, política y mediática, el filme hace hincapié en la morbosidad y la inequidad, además de la naturalización de la violencia promovida desde el mismo poder.