Hoy como ayer
Los miserables de Ladj Dy es una adaptación más de la novela de Victor Hugo y transcurre en el mismo barrio en que el director nació y en el que el autor ubicó a los personajes de su historia.
En lo personal me toca de cerca porque en un momento algo complejo de mi vida leí la novela mencionada y me movilizó bastante. Han pasado cinco años de ello y la película que nos trae hoy aquí ni por asomo hace siquiera la mitad de lo que alguna vez hizo la historia original que fue llevada a la pantalla grande, tal como fue pensada al momento de su publicación.
La película plantea una pintura del guetto en el que la policía pierde límites y empuja la violencia sobre un grupo de niños mientras busca a quien se ha llevado a un león bebé de un circo de gitanos, los que están ansiosos por recuperar al animal.
Demasiada simpleza tiene la forma elegida para narrar algo que se ha contado de varias maneras diferentes (dejando de lado la adaptación) y la búsqueda de Ladj Dy se hace tediosa, demasiado ligera, un poco obvia y bueno, creo que voy a parar con los adjetivos calificativos porque podría estar así por horas. Creo que no siempre lo que quiere contar el mensaje que desea dar al espectador y las herramientas y modos que elige para ello deben estar considerada por encima de la calidad narrativa de una película.
Las escenas de acción en que el retroceso y la venganza de los niños que devuelven el ataque a la policía por el exceso y la violencia injusta que han ejercido sobre ellos abusando de su autoridad tienen una idea coreográfica que no aporta mucho más que una especie de final feliz y desentona con la idea que, al menos yo, me hice de la película que podía llegar a ver.
Para cerrar, es una película que puede verse pero tal vez un poquito larga, con una idea clara pero que no alcanza para decir que se merece mucho más que un puntaje promedio. Si la temática interesa, se deja ver y eso es todo.
Una película más que planifica una adaptación moderna de la novela de Victor Hugo para contar algo que ya se ha contado. Y le sale mal.