El musical de la discordia
La película de la discordia, con una legión de seguidores fanatizados y otra legión de detractores encolerizados, la merecedora o no merecedora de los premios cinematográficos que obtuvo, la redención de la obra de Víctor Hugo o la adaptación más irrespetuosa de todas y algunas polémicas más. La verdad que este musical a cargo del director Tom Hooper ("El discurso del rey") ha dado mucho de que hablar, algo que personalmente me cuesta comprender, sobre todo a aquellas personas que están atrincheradas de un lado del ring o del otro. No concuerdo con ninguna de esas dos campanas extremistas y paso a explicar el porqué. Es innegable que "Los Miserables" es una novela trascendental, con un abordaje sobre la naturaleza humana maravilloso, con muchas declaraciones políticas, religiosas y sociales fundamentales. Cada uno de los personajes creados por Víctor Hugo son sencillamente fantásticos, por lo tanto, es de fanático desmedido alabar a Tom Hooper como si la historia se le hubiera ocurrido a él. Gran parte del éxito de la trama viene dado por la excelencia de la novela misma. Pero entonces,¿hay mérito de Hooper? Por supuesto, no cualquiera puede adaptar un clásico como "Los Miserables", para esto hace falta talento y recursos, dos factores con los que contó el director inglés. La combinación de ambos lo llevó a varios aciertos, como por ejemplo la magnificencia de su puesta, ambiciosa y atractiva. La fórmula talento-dinero también le rindió frutos con la elección del cast, con figuras importantes como Hugh Jackman (Valjean), Anne Hathaway (Fantine), Russell Crowe (Javert), Amanda Seyfried (Cosette) y otras luminarias del Hollywood moderno que hicieron un trabajo comprometido, un poco exagerado en algunas secuencias, pero comprometido y con mucho espíritu. Lo último para resaltar creo que tiene que ver con la visión del director, la capacidad para contar una gran historia como esta y entretener a la mayoría de los espectadores. Ahora, también hay cosas criticables que van más allá del gusto personal. Si han leído mis críticas anteriores a musicales, sabrán que no soy un gran fanático de este género, pero sí trato de ser objetivo. El hecho de que el film fuera prácticamente un 95% cantado le jugó en contra. Se le podría haber dado algún respiro al espectador entre escena y escena. Algunos diálogos exigían una conversación normal y no declamaciones que terminaban sonando irritantes, sobre todo si los protagonistas no eran cantantes profesionales u superdotados, como el caso de Crowe o Jackman, que canta muy bien pero se le notaron algunas flaquezas. Otra cuestión negativa tuvo que ver con la duración del film y el uso de la cámara en algunas secuencias. 158 minutos, de los cuales aproximadamente 140 son cantados, es mucho... es agotador salvo que ames con toda tu alma a los musicales. Por otro lado, Hooper decidió utilizar la cámara en mano (o símil) para varios momentos de la cinta, cuestión que llegaba a cansar la mirada y a distraer bastante después de la primera hora y media. El drama y la tensión tienen que ser creados principalmente por la interacción de los personajes en la historia, no por el uso alborotado de la cámara.
En un balance general, diría que Les Mis es un trabajo bueno, con algunos aciertos esenciales y también con algunos errores que se podrían haber pulido, pero nunca diría que se trata de una obra de arte esencial o un mamarracho como algunos enojados andan pregonando. Es un entretenimiento digno, para disfrutar de una historia relevante en formato musical.