Historia de muñecos
Con guiños al pasado y encantadores números musicales, las clásicas criaturas regresan con gloria.
No era una tarea sencilla hacer regresar a los Muppets. Por varias razones. Muñecos de una era predigital, caseros en su factura, hay algo que los aleja y mucho del modelo de entretenimiento infantil actual. Y hasta sus comportamientos están bastante distanciados del tono irónico que prima hoy en el rubro. Es que Los Muppets son criaturas sencillas, de corazón abierto, un humor algo retro y, si se quiere, demodé.
Pero la tarea se pudo cumplir gracias a dos factores que funcionaron a la vez. Por un lado, Jason Segel, comediante de la escuela Judd Apatow ( Ligeramente embarazada ), se cargó con el proyecto –escribió el guión y protagoniza el filme- y, por otro, tuvo la colaboración de James Bobin y Bret McKenzie, director y músico, parte del grupo que hizo de Flight of the Conchords una de las comedias de culto más entretenidas de la TV y que posee un espíritu similar.
Lo que lograron es un filme clásico, respetando la lógica de los personajes, pero adaptado a un mundo que no entiende ni qué son ni a quién le importan los Muppets. Gary (Segel) y su hermano Walter se obsesionan con los Muppets al punto de que cuando Gary viaja a Los Angeles con su novia Mary (Amy Adams), Walter decide acompañarlos para visitar a esas adoradas criaturas que, sospechosamente, se parecen tanto a él.
Al llegar encuentran que el teatro de los Muppets está casi en ruinas, que un empresario petrolero (Chris Cooper) quiere comprarlo para perforar esa zona, y que los muñecos están alejados entre sí, muchos de ellos peleados. La trama contará el intento de Walter y Gary de reunir a los Muppets (de la rana René/Kermit a Miss Piggy, pasando por Animal, el oso Fozzie/Figaredo y todos los demás) para montar un show y recaudar dinero y así salvar al teatro.
Pero la trama es casi secundaria. La simpatía del filme está puesta en su espíritu lúdico, jovial y en la manera en la que su formato de casi irónico musical (hacen canciones y luego miran a la cámara admitiendo lo agotador del asunto, o viajan rápidamente de lugar a lugar “vía mapa” y en la pantalla se ve… un mapa y una línea que los lleva de un lugar a otro) no hace perder de vista del todo que es un musical, con canciones pegadizas. Y hasta tiene un momento autorreflexivo (durante la canción Man or Muppet ) que hace recordar a los conflictos de los personajes de Toy Story y que logra emocionar.
Con sus típicas apariciones breves de famosos (Mickey Rooney, Selena Gomez, Dave Grohl y una no tan breve de Jack Black), la película pierde un poco de fuerza al no lograr que el nuevo personaje esté a la altura de los clásicos. Pero las animaladas de Animal, la simpatía de Fozzie y las peleas “románticas” de Kermit y Piggy, además de los chistes que incluyen un grupo de falsos Muppets (en los que se destaca una falsa Piggy, Poogy) sostienen la felicidad que provoca el reencuentro entre estos viejos amigos. Y de estos amigos con los que están en la sala, y con los que, si la magia se produce, serán amigos a partir de ahora.