Los Muppets gozan de buena salud y van por más cuando acechan las amenazas. Walter –también él un muñeco– es el fan número uno de estas célebres criaturas que han encantado a varias generaciones desde la lejana “Plaza Sésamo”. Decidido a conocerlos, viaja a Hollywood con su hermano y la novia de este. Menuda sorpresa van a llevarse cuando descubran que un siniestro millonario, zar del petroleo, planea destruir el teatro donde los Muppets graban su mítico programa de televisión. Ante la emergencia, convencen a la Rana René (o Kermit), a Miss Piggy, Forzy y el resto de la banda para hacer un programa especial de tevé y recaudar fondos con el fin de conservar el teatro. Apenas salen de su estupor, los muchachos se lanzan con los tapones de punta y no hay quien los pare. Entre los Extras figura la secuencia de errores de grabación más larga que se haya registrado en materia de bloppers. Tratándose de semejante pandilla, se agradece.