Muñecos para todos, chistes para entendidos
Han transcurrido ya 33 años desde que el mundo conoció en el cine por primera vez a los maravillosos personajes del titiritero Jim Henson, enamorando generaciones de niños y adultos. Por lo cual, son grandes tanto las expectativas como el temor de no ver nada nuevo bajo el sol en la última película de los queridos Muppets, cuyos derechos fueron adquiridos por Disney en el 2004.
Una vez más, solitaria en mi butaca, rodeada de niños, adolescentes, algún padre y abuelos, me preparo para el show preguntándome si lo que estoy a punto de presenciar será fiel al nivel de comicidad de las pelis anteriores, si estos nuevos chistes irán dirigidos a la generación que me rodea o a un público ahora adulto y si ellos lograrán “enamorarse” de estos muñecos como tantos otros niños en el pasado.
Pero antes de comenzar a contestar a estas preguntas, llegarán para deleitarnos los personajes de Toy Story en un pequeño cortometraje ambientado en un local de comida rápida que, por sí solo, vale el precio de la entrada al cine. Prefiero no adelantar nada más para que lo disfruten en plenitud. Ahora sí, con la estética del súper 8, comienza una introducción a los nuevos personajes de este nuevo episodio de la secuela. Se trata de la síntesis de vida de dos hermanos Gary (Jason Segel) y Walter, humano y muñeco respectivamente, ambos fanáticos de los Muppets y que viven en un pueblito casi perfecto a lo Truman show.
La historia en sí será muy simple, estos personajes junto a Mary (Amy Adams), la novia de Gary, decidirán reunir una vez más al elenco de muñecos para salvar el viejo teatro, que está a punto de caer en las manos de un villano multimillonario. Pero, en esta trama sencilla, se irán intercalando anécdotas de los antiguos personajes, actores famosos cubriendo los roles más inverosímiles, reinterpretaciones de canciones o situaciones de películas anteriores y demás chistes que sólo pueden ser entendidos por los antiguos espectadores de los Muppets, todo esto acompañado por una banda sonora que incluye varios clásicos memorables del rock y pop de los 80’. Este combo vendrá acompañado también de los clásicos chistes inocentes, de las canciones y coreografías de los musicales de Disney, así como también a constantes alusiones al cine dentro del cine mismo en tono irónico.
En resumidas cuentas, se trata de un divertido nuevo film de nuestros queridos muñecos, que logra ciertamente superar la mediocre película anterior The Muppets’ Wizard of Oz, pero que ciertamente le debe muchos de sus chistes a las múltiples referencias a los éxitos anteriores. De todos modos vale la pena verla, porque les sacará más de una sonrisa.