Anexo de crítica: Los Muppets funciona como comedia ATP (aunque los más chicos quedarán varias veces afuera del convite); como ingenioso ejercicio de nostalgia y en gran medida como producto redondo que intentará sacar dividendos con la misión de seducir a un espectador que creció con el show televisivo -que por más localista que resultara formó parte de la infancia televisiva argentina en los tempranos 80- y para quien el film de James Bobin reserva varias sorpresas a modo de gran homenaje al grupo encabezado por la rana René, el oso Figueredo, Gonzo, Animal, la arrogante Miss Piggy, el cocinero y sus gallinas, la banda de rock y los entrañables y cínicos ancianos, entre otros. Quienes tengan en la mente reencontrarse con ese pasado que jamás volverá; recuperar la inocencia aniñada para reírse con lo políticamente incorrecto -pero siempre sanamente- sentirán cosquillas y posiblemente podrán contagiar a los más pequeños que mirarán absortos como sus padres alguna vez también fueron niños.