Hace poco salió una noticia en varios medios, donde se acusaba a Los Muppets de ser comunistas. Me pareció algo totalmente fuera de lugar intentar encontrar demonios donde no los hay, considerando que en verdad el comunismo sea un demonio como tal y no un espejismo de lo que el capitalismo nos quiere vender. Pero este no es un blog de teorías económicas. Acá es de cine y como tal, hablemos de lo que nos corresponde sin ponernos a buscarle tres pies al gato.
¿Qué son los muppets? creados en 1964 por el ya fallecido Jim Henson, son peluches o marionetas (o teleñecos, como les llaman en España), que han sido estrellas de varias películas y programas de televisión, siendo un clásico "El Show de los Muppets" entre 1976 y 1981 y más recordado por nuestras generaciones en "Los Muppets Babies" por ahí de los años 90. Su última aparición en la pantalla grande data de la genial "Navidad de los muppets" de 2002, y más disimuladamente en "Los Muppets de Oz" de 2005 (¿alguien oyó hablar de esa?)
Pero la que hoy nos ocupa es el más reciente estreno de 2011, simplemente titulada como "Los Muppets" bajo la dirección de James Bobin (Flight of the Conchords), y con la ayuda de Jason Siegel en el papel principal y en el guión; nos traen una película fresca, llena de simpatía, momentos hilarantes, cameos famosos y demás personajes que a más de uno le podrán sacar una lagrimita por la nostalgia, pero sin duda, más de una sonrisa por la genialidad de la película.
Walter es el fan número uno de los muppets, y cuando su hermano Gary (Siegel) anuncia que se va de vacaciones a Los Angeles con su novia Mary (la siempre genial Amy Adams), los acompaña en persecución de su sueño que es conocer el teatro de los Muppets; sin embargo, se entera de que un magnate quiere destruirlo y entonces hará cualquier cosa por salvarlo, lo que termina en una campaña por reunir a los Muppets dispersados por todo el mundo y en todo tipo de ocupaciones, para hacer un Teletón y juntar el dinero necesario para pagar el inmueble. El resultado de todo esto es una comedia con ciertos tintes dramáticos, nostálgicos y hasta románticos que harán pasar un rato muy agradable.
Quien no esté familiarizado con la cultura pop se perderá varios de los gags de los que se sirve la película. Tanto por los actores que aparecen parodiándose a sí mismos, como de los chistes que hacen entre los personajes. Pero más de una vez reirán y reirán por la película en sí que es enteramente disfrutable. No cabe duda que regresos así se disfrutan. No se abusa de los efectos, y las canciones, típicas de producciones de Disney, y por supuesto de los Muppets son enteramente geniales, tanto que más de una tiene probabilidades de colarse a la nominación por el Oscar a mejor canción original (Man or Muppet es inolvidable).
Así que lleven a sus pequeños a disfrutarla pero no se sorprendan si ustedes la disfrutan más que ellos.