Otra película con mala suerte que narra el nacimiento de una nueva generación de X-Men.
Trabajada como un film de horror (los personajes permanecen encerrados en un lugar ominoso), tiene varias a favor: capturar la angustia adolescente, mostrar un creíble y delicado romance entre dos chicas, hablar del miedo de frente.
Tiene sus aristas trágicas y, aunque retrasada y re-hecha, se nota un deseo de usar los mecanismos del cine como metáfora.