El documental de Miguel Mirra -conclusión del análisis iniciado con Los ojos cerrados de América latina- tiene como centro las agresiones al medio ambiente en el continente, por parte de intereses extranjeros y a través de lo que su director juzga como turbios negociados y de grupos espurios. El film recorre distintos casos, de México a la Argentina, centrándose en los costos: rostros de hombres, mujeres y niños azotados por la carencia, ríos contaminados, campos en los que la depredación hizo trizas el trabajo de muchos años.
Psicólogos, escritores y personalidades como Adolfo Pérez Esquivel, además de algunos habitantes de esos lugares, exponen las aristas de la problemática, acompañada por fragmentos de noticieros, recortes de diarios y revistas y de programas de TV. Es, fundamentalmente, un retrato de la desigualdad de clases. Una música de indudable calidad y un excelente montaje hacen de éste, pues, un documental para ver y no olvidar.