Cacería humana.
Los hermanos Luciano y Nicolás Onetti (Sonno Profundo; Francesca) se corren del subgénero neo giallo que los caracteriza para entregarnos un filme de terror que homenajea a La Masacre de Texas al mismo tiempo que bordea la trágica historia del pueblo de Epecuén.
Un grupo de jóvenes amigos deciden viajar a las ruinas de Epecuén para grabar un documental sobre la inundación que desbasto a la localidad bonaerense en 1985. Junto a ellos se encuentra Carla (Victoria Maurette), una ex habitante de la pequeña villa turística que no tuvo más opción que huir cuando apenas era una niña, dejando atrás su hogar y su familia. Las cosas comenzaran a complicarse cuando en el camino se crucen con unos extraños y temibles pobladores que al igual que esta ciudad fantasma han quedado en el olvido.
Los Olvidados es un slasher tradicional, género popularizado en los ochenta gracias a las sagas de Pesadilla y Martes 13 y que hoy agoniza con los reebots y secuelas innecesarias de los clásicos de aquella década dorada. A través de imágenes postapocalípticas de lo que en algún momento fue el balneario argentino predilecto de las familias aristocráticas, la cinta nos va introduciendo en una sensación de pesadumbre y resquemor como solo el abandono del Estado puede causar. Una antigua estación de servicio al costado de la ruta custodiada por un perturbador clan marcará el punto de no retorno en la vida de estos jóvenes intrépidos.
Para los amantes del gore es importante saber que el nuevo filme de los hermanos Onetti no escatima en sangre, desmembramientos, torturas y asesinatos por doquier. Los demenciales lugareños interpretados de forma magistral por Mirtha Busnelli, Germán Baudino y Chucho Fernández, emplean todo el sadismo necesario para este tipo de relato que además se ve beneficiado por una destacada elección de vestuario y maquillaje.
Filmada con dispositivos Freefly Movi, la cinta presenta una dirección de arte de excelente nivel, acompañada de una cuidada fotografía a cargo de Facundo Nuble (Corazón Muerto) que le imprime tonos fríos e imponentes a esta locación colmada de tierra, escombros, suciedad y cadáveres. La película hace un gran aprovechamiento de la zona a través de las tomas aéreas, los viejos establecimientos como el matadero y los registros fílmicos de la época de la inundación.
Una de las características más notables tiene que ver con el hecho de evitar calcar a rajatabla los recursos y modismos norteamericanos tan propagados por los filmes de culto ochenteros. En este caso, la narración logra transmitir al espectador cierta autonomía y aquella idiosincrasia argentina combinada con elementos previos a la etapa de explotación del género slasher. De hecho, cabe resaltar que además de la obra de Tobe Hopper otra de las referencias claves para este road movie ha sido nada menos que La Colina de los Ojos Malditos de Wes Craven, estrenada allá por 1977.
En resumidas cuentas, Los Olvidados es una película de género que goza de un presupuesto y una calidad inusuales para estas pampas. A pesar de tratarse de una historia trillada, los aspectos visuales y técnicos, la atmósfera inquietante, las armoniosas actuaciones y el excelente uso del contexto geográfico, colocan a esta cinta dentro de las producciones terroríficas nacionales más destacadas de los últimos tiempos.