Los Oportunistas es la nueva película del director italiano Paolo Genovese, recordado por su más reciente y sumamente recomendable película Perfectos desconocidos, que adquirió cierta popularidad gracias tanto al éxito que obtuvo dicha cinta, como también por la remake que realizó Alex De Le Iglesia, y que hace poco estuvo en las salas argentinas. En esta ocasión fue Genovese quien optó por reversionar una serie estadounidense del año 2010, llamada The booth at the end, creada por Christopher Kubasik, y para la cual contó con la ayuda de Isabella Aguilar en el trabajo de guión.
La historia de Los oportunistas transcurre en su totalidad en un bar llamado The Place, donde un curioso sujeto (Interpretado por Valerio Mastandrea), sentando en la misma mesa, recibe a diferentes personas que le preguntan por la posibilidad de la realización de determinados deseos, que van desde salvar la vida de un hijo, o recuperar la vista, hasta poder ser más hermosa. La función de este hombre es decirle a cada uno si estos deseos son factibles de llevarse a cabo, tras lo que les asigna una determinada tarea, guiándose por un cuaderno personal, en el cual anota constantemente datos, a medida que va dialogando con todos y cada uno de los interlocutores que asisten a su encuentro. Nunca se determina quién es este extraño sujeto, y naturalmente él no está dispuesto a dejarlo en claro, pero lo que siempre resalta, es que la realización de los pedidos que él encomienda no son para su propio beneficio, sino para la persona que acude en su ayuda.
La dinámica que imprime Paolo Genovese en su nueva película es milimétrica, evitando baches y logrando sostener con diferentes recursos el relato, con la difícil labor que esto implica al utilizar un solo lugar en donde suceden los acontecimientos. Lo mismo para el sentido de las diversas historias de cada personaje, y los entrecruces que se producen, al estar situado en una especie de barrio. Además de la actuación de Valerio Mastandrea como su personaje central, se destacan algunas apariciones de ciertos actores que ya han colaborado con el cineasta italiano, como Marco Giallini o Alba Rohrwacher, ambos acertados en sus roles. Se percibe cierto mensaje sobre las ambiciones de cada persona, y cómo determinadas actitudes o la elección de un camino no aconsejable puede llevarte a la perdición. El punto más flojo es similar a lo que le pasó a De La Iglesia cuando justamente readaptó un filme de Genovese; cierta falta de riesgo y originalidad, ya que el citado no solo toma una base necesaria para poder construir las historias, sino que utiliza otros elementos que son propios de su versión original, y que podría haber evitado. Por lo demás, Los oportunistas cumple con su cometido, quizás sin lucirse, pero presentándose como una propuesta amena.