Los Padecientes
Hace unos meses, en una presentación del estudio que produce la película, Gabriel Rolón comentó cómo se había acercado a él Nicolás Tuozzo, para proponerle llevar a la pantalla grande su novela “Los padecientes”, un best seller que atrapaba a cuanto lector se pusiera delante de él. Al parecer, la transposición terminó por generar algún mecanismo por el cual la originalidad del texto se quedó en medio del viaje al llevarlo a la pantalla.
Thriller de gran presupuesto, “Los Padecientes” tenía todo para poder triunfar en todos los aspectos, un elenco protagónico convocante, un gran despliegue poco visto en el cine nacional, pero a diferencia de otro blockbuster comercial como “Nieve Negra”, con una búsqueda personal y una mirada de autor, acá todo suena a ya visto y a forzado, a exigido y poco natural, a sobreactuado y deslucido.
Será tal vez que en vez de seguir mirando hacia afuera, es hora que los realizadores y productores puedan imponer una identidad local, dejando de lado aquellos manierismos que emulan cinematografías de otras latitudes, y que, como en este caso, configuran un híbrido sin pasión por aquello que cuenta.