Una comedia llena de clichés, muy previsible y pochoclera, tal vez para verla una tarde lluviosa.
Esta comedia, del mismo escritor y productor de “Muerte en un funeral”, que fue premiado en el U.S. Comedy Arts Festival y en Locarno y se convirtió en éxito en varios países; por esto deciden reunirse con el director Stephan Elliott (Una familia sin clase), quien quedo a fuera Oz, para realizar esta nueva comedia “A Few Best Men” en España su tradujo como: “Una boda de muerte” y aquí en Argentina como: “Los padrinos de la boda”.
Todo comienza después de un viaje. El joven británico David (Xavier Samuel) regresa para reunirse con sus amigos y contarles que se va a casar con una chica que conoció en Australia ella es Mía (Laura Brent), como él es huérfano, ellos serán los padrinos de su boda y para eso viajaran todos a Australia lugar donde va a ser la gran fiesta.
Es el inicio de una serie de hechos desafortunados, sus amigos están compuestos por un recién separado, un torpe y un hipocondríaco acomplejado, ellos son: Tom (Kris Marshall), Graham (Kevin Bishop) y Luke (Tim Draxl).
Cuando llegan donde será la ceremonia conocen al padre de la novia, un senador millonario Jim (Jonathan Biggins), la madre Bárbara (Olivia Newton-John), cuando comience a desarrollarse su personaje, sabremos que es adicta a la cocaína y al alcohol, Daphne (Rebel Wilson), la hermana de la novia, en un principio se presenta como lesbiana, pero luego nos enteramos que es solo rebeldía asi sus padres y la mascota de la familia, un carnero; aunque estos detalles lo develemos son hechos previsibles.
Continuemos con las situaciones trilladas, la despedida de soltero, fue tal borrachera que ni se acuerdan lo que hicieron, las cosas se complican en todo momento y la boda no resulta como esperaban, los tres padrinos contribuyen a una boda alocada, en un caos y el constante choque de culturas, entre los amigos de él y la familia de ella y como es de prever se pierde el control total.
Es un film nada original, solo quieren repetir la clave de la anterior “Muerte en un funeral” que eran los enredos y las situaciones alocadas, que le dieron el éxito y ahora las escenas disparatadas en una boda, esto no se logra, queriendo copiar la misma estructura de “The hangover” (¿Qué paso ayer? o Resacón en Las Vegas), lo que se pretende lamentablemente no resulta, abundan los gags burdos, escatológicos y groseros, que se van entremezclando entre lo visual y lo verbal.
Un párrafo aparte para la presencia de Olivia Newton-John (Actriz en Grease y Xanadu, hoy con 63 años), su personaje es divertido y alocado, y podemos afirmar que se entretuvo en la filmación.