Cuando su corto Los Payasos queda seleccionado en el Mundial del Cortometraje, tres jóvenes aspirantes a artistas viajan a Florianópolis y deciden grabar cada minuto. Con capacidad para registrar 16 horas continuas, la cámara pronto se vuelve testigo de las situaciones más delirantes, a tal punto que los límites entre la realidad y la ficción parecen desdibujarse.