Los cazatalentos siempre fueron una figura difusa dentro del engranaje del fútbol argentino. Cual curadores, recorren clubes de barrio, ligas amateurs, potreros y demás espacios alejados de los radares en busca de algún "tapado" para llevarse a su club. Algunos de estos operadores cobran notoriedad al adjudicarse descubrimientos estelares. El caso más conocido fue el de Francis Cornejo, quien divisó antes que nadie un futuro lleno gloria para Diego Armando Maradona y se lo llevó a Argentinos Juniors.