Pequeños agentes enfundados en blanco y negro
Sin entregar una historia novedosa, el relato mantiene el ritmo y rinde homenaje a las películas de espionaje con personajes que intentan evitar la destrucción del mundo.
Luego de Madagascar -2005- y sus dos secuelas, DreamWorks Animation decidió hacer una película con los Pingüinos Skipper, Kowalski, Capo y Rico, personajes que también tienen su propia serie en Nickelodeon. De actores de reparto a estrellas consagradas.
El film de animación rinde homenaje a las películas de espionaje y, desde el comienzo, ofrece una aventura vertiginosa que no descansa a lo largo de noventa minutos.
Como una suerte de pequeños agentes Bond, la acción se desarrolla en diferentes rincones del planeta, entre persecuciones por canales de Venecia, explosiones, naves de última tecnología y un enemigo, el Dr. Octavio, que tiene intenciones de destruír el mundo.
Para evitarlo, los pequeños protagonistas, enfundados en su frac blanco y negro, deberán unir fuerzas con la organización de espionaje Ráfaga Polar, liderada por Agente Clasificado -con voz local de Jay Mammon- y sus aliados.
Sin entregar una historia novedosa, el relato mantiene el ritmo, las tomas aéreas y el combate con un pulpo que arrastra no sólo sus tentáculos sino conflictos de ego desde la niñez.
El resto es puro color -resulta ingeniosa la escena en la que los protagonistas se camuflan con la senda peatonal-, efectivos gags -los comentarios inoportunos- y las caídas libres que parecen no tener ni límites.