Cuando Carrey tiene su propio Happy Feet
Evidentemente Mark Waters tiene una cierta facilidad para dirigir recetas típicas como en el caso de una comedia romántica ("Como si fuera cierto" "Los fantasmas de mi ex"), otra típicamente adolescente como "Chicas Pesadas" con Lindsay Lohan y ya había dirigido para Disney una perfecta fórmula del entretenimiento familiar con "Un viernes de locos" con la misma Lohan y Jamie Lee Curtis.
Ahora le toca el turno a "Los pingüinos de papá" y demuestra una vez más que tiene oficio para que el ritmo de comedia no decaiga.
Lo primero que habría que preguntarse es el objetivo que persiguen este tipo de comedias. Obviamente es el de tratar de pasar un rato agradable en familia y en el caso de "Los pinguinos de papá" esto se cumple y con creces si no tenemos mayores pretenciones que ésas y si nos dejamos llevar por la fórmula típica de la comedia para todos los integrantes de la familia.
El señor Popper (Jim Carrey) es un exitoso y particular empresario involucrado en el mercado inmobiliario a punto de convertirse en socio de una importante empresa de bienes raíces. Pero su vida se ve completamente alterada cuando recibe el legado de su padre, con quien mantuvo una relación complicada a causa de las expediciones que desarrolló aún cuando él era muy pequeño alrededor del todo el mundo, manteniendo sólo contacto por radio.
Fallecido su padre, recibirá la sorpresa. No son propiedades, no es dinero, su herencia se trata de algo sumamente particular: se trata de un pingüino proveniente del continente helado! Pronto llegará una caja con unos cuántos más para completar la herencia y el Sr. Popper verá su rutina definitivamente modificada.
El guión entremezcla esta historia de Popper y la relación con su padre, con la dificultad que tienen de padres separados de compartir más tiempo con sus hijos, quienes ya cerca de la adolescencia no quieren cumplir con el consabido régimen de visitas o que se quejan de la distancia que encuentran en sus padres para tratar y escuchar sus problemas.
Los pingüinos serán la excelente excusa para que el Sr. Popper no sólo recupere el cariño de sus hijos y las ganas de estar juntos, sino también que pueda tener un intento de reconciliación con su ex esposa.
Obviamente que si, en cambio de verlo como un entretenimiento familiar, analizamos la película desde otra mirada, el guión tiene situaciones completamente incoherentes manejadas con el histrionismo exagerado de Carrey y que responden más a una necesidad de tener a las mascotas en escena que con reales giros del guión, anécdotas bordeando lo increible y una estructura demasiado endeble con un elenco que acompaña sin desentonar pero que no aporta demasiado con sus personajes esquemáticos llevando una impronta de comedia con happy ending resuelto ya desde el primer momento.
Como puntos a favor tiene simpáticas situaciones con los "divos" centrales del film que son los pingüinos, que pueden hacer pasar un rato super agradable tanto a padres como a hijos sin esperar obviamente una historia ni deslumbrante ni creativa ni novedosa. El director Mark Waters usa los elementos más tradicionales de la típica comedia familiar con la impronta Disney y la recicla con algunos toques de humor, una típica escena que apela a la sensibilidad (hay un tema con un pingüinito que ya todos sabrán de qué estamos hablando cuando llegue el momento) y situaciones que de tan absurdas que no resisten el menor análisis.
Así y todo Jim Carrey logra entretener aún con su exageración intrínseca y para los amantes de la comedia aparece una gloria legendaria y absoluta como es Angela Lansbury ("Travesuras de una bruja" "La bella y la bestia", aclamada actriz de Braoadway e inolvidable protagonista de la serie "Reportera del Crimen - Murder, she wrote") quien demuestra que a los 85 años sigue tan vigente en el terreno de la comedia como siempre.
Ideal para compartir con la familia en vacaciones de invierno, pasar un rato agradable y muy simpático acompañados por este grupo de pingüinitos de la mano del Sr. Carrey. Dupla explosiva!