Pisalo es un Pitufo!
Ver la segunda peli de los célebres personajes de color azul creados por el dibujante belga Peyo a fines de los años 50, que luego fueran ganados por la TV mundial en los "cartoons" de Hanna-Barbera (Canal 9 de Buenos Aires los pasó hasta que se destiñeron) es algo bastante abrumador.
Un endeble, pobre, insignificante guión los ubica en la ciudad de París y como anteriormente los entremezcla con la actuación de actores de carne y hueso, y de yapa los efectos no son innovadores tampoco.
Pitufina -la única mujer de estos duendes- vive en esta ocasión su aventura propia y uno piensa...."Humm...si los productores han visto el negocio, nos aguardan tantas "pitu-aventuras" como "Rápidos y furiosos" hay...!
No falta aquí el insoportable "Gargamel" que quiere robarle a Papá Pitufo, una pócima mágica y de la cual sólo este viejo y Pitufina tienen conocimiento de la receta secreta con la cual se elabora.
Evidentemente a los más chicos puede entretenerlos, pero la carga para los adultos mayores al acompañarlos al cine será gorda.
Como cine no existe.