Divertida, llena de colores y mundos novedosos, Los Pitufos 3 encuentra a Pitufina, (que había sido creada para revelarle a Gargamel el paradero de los demás pitufos), llevando a cabo su voluntad pero eligiendo cambiar su destino.
Es por eso que sale de su aldea, para alertar lo que planea hacer el malvado Gargamel a otros/as pitufos/as. Ahí descubre, junto a sus compañeros azules, que deciden acompañarla en su travesía, el universo de vida maravillosa que hay fuera: plantas que se mueven rápidamente, conejos que se iluminan en la oscuridad y hacen de caballos para los pitufos y ríos que parecen caudales de agua flotando en el aire.
Así descubren, además de este nuevo mundo (al igual que lo descubre Eep en “Los croods, una aventura prehistórica”) que hay más pitufas como ella que viven en una aldea “perdida”. Una aldea entera solo de pitufas, que se mantienen resguardadas las unas a las otras en ese universo femenino.
Con buena animación y diseños, y un ritmo que hace llevadera la trama, sin embargo la banda sonora falla con las canciones que escoge.
Un film para los más pequeños en 3D de dónde podría desprenderse la idea de salir a lo externo, y perder el miedo a lo distinto, (que no siempre es tan distinto), hacer siempre el bien y estar unidos y organizados.
Pudiendo profundizar en los temas anteriores, que solo los roza, se queda en los estereotipos. Un enemigo maléfico y los buenos, que aunque le sucedan cosas malas, siempre terminan bien.