Los Pitufos 3: Pitufolvidable.
Sony Pictures nos trae otra entrega azul en una nueva aldea con sorprendentes habitantes. Un encuentro que desencadenará la nada misma.
La franquicia de Los Pitufos parecía que terminaba con “Los Pitufos 2” (2013) y que ya había visto hasta el límite la explotación azul de la mano de Neil Patrick Harris.
No es así para Sony Animation que no sabe decir que no a los pequeños azulitos y van a ruedo sin ningún actor de carne hueso.
Los Pitufos en la aldea perdida (Smurfs: The Lost Village, 2017) es una de las tantas obras realizada para llevar chicos al cine sin concepción o manifestación de un mensaje mayor. Pero si el espectador adulto no puede captar ni aceptar la trama ¿Cómo esperan que un niño lo haga?
El relato sucede en la sociedad de los pequeños azules con su jerga de prefijos pitu (pitufantásitco, pitucomida, pituamigable, etc.). En donde de tantos seres calidoscopio, que al final solo se diferencian por sus defectos, se destaca Pitufina la “pobre” mujer creada por Gargamel (el villano más unidimensional en los últimos años en el cine) quien no encuentra manera de ser aceptada en un mundo que “no es para ella”.
El nuevo cliché 2.0 de relatos feministas (Moana, Frozen) atrapa a una ola de nuevas producciones animadas que comienza a ser detestable. ¿Cuál es el verdadero límite de todo esto? No es el hecho de hacer campaña lo que lleva a ser obsceno, sino la construcción misma del argumento. Es la obra en sí la que tiene que trascender, y no una apertura más del (mal) entretenimiento.
Los realizadores hicieron hincapié en su trabajo para dejar un acabado colorido, magnífico y visualmente placentero. El problemas es que la imagen no lleva al largometraje a ocultar los diálogos entorpecidos. Los chistes y los gags puede captar nuestra atención pero de modo fútil y vulgar. Es decir, se trata de embellecer tanto que la alegría tiñe a la película de tonta. ¿Cuánto de sufrimiento real hay en ella? No hay riesgo absoluto.
Punto aparte es no saber cómo es el doblaje de los actores Demi Lovato, Julia Roberts, Mandy Patinkin y Rainn Wilson en la animación ya que la pituaventura no se distribuirá en su idioma original. Lamentablemente, las 208 salas a las que llegará, estará en un español neutro desagradable.
A diferencia de Trolls, su par animado, está cinta no tiene un elenco y la gran variedad de temas musicales que tenía la propuesta de Dreamworks. La decepción no recae solo en la horrenda escritura del guion sino también en el sentido mismo de la obra, no significa nada. Es un paso para atrás en el mundo del entretenimiento.
Por todos estos adornos que ayudarán a lucrar, la industria animada no se cansará hasta que no deje de romper taquilla. ¿Próxima parada? Emoji Movie.