FORMULA GASTADA
Película para chicos que, si bien tiene sus momentos bien logrados de comedia y desarrolla un encanto alrededor de los personajes azules que fascinará a los más chicos, se convierte en una cinta reciclada, carente de buenas ideas y con un estilo visual que nuevamente vuelve a decepcionar.
La aldea de los pitufos está tranquila, preparándose para un festival. Pero ante el inminente descubrimiento de su lugar secreto, Gárgamel va a hacer todo lo posible por tratar de capturarlos y sacarles su esencia mágica, con la que podrá hacer y deshacer lo que quiera a su gusto. Al intentar escapar, los pitufos van a llegar por casualidad a Nueva York, por lo que van a tener que descubrir la manera de volver a sus hongos.
La película tiene un planteo inicial que está muy bueno, que refleja, aunque no de manera exacta, los dibujos de Peyo (autor), creando una colorida aldea y acentuando la narración en las personalidades de los pitufos. Una correcta y muy linda introducción que traerá recuerdos (música) a quienes hayan disfrutado de los personajes en la infancia. Pero, y aunque parezca imposible, la cita da un giro de 360 grados, produciendo que toda la imaginación y el colorido mostrado se convierta en un sinfín de estereotipos y lugares comunes que ya han sido vistos en muchas otras películas del género. Desde el momento en el que los individuos azules van a mundo real, más específicamente a Nueva York, y comienzan a interactuar con los humanos, se pierde toda la magia y todo el encanto propio de dichas criaturas.
Se invoca un estilo visual que se ha visto en cintas como "Alvin y las Ardillas", o la reciente "El Oso Yogi", donde el contacto con el hombre y las diferentes reacciones que las personas van teniendo al verlos son repetidas y poco divertidas. Se pierde el tiempo en mostrar, como en todas las demás cintas que usaron este mismo planteo, la sorpresa y la desesperación de las personas al ver a los seres imaginarios con vida y se crea un relato que carece de profundidad, de sentimientos y, principalmente, que crea una inocencia y una simpleza muy poco creíble.
El guión no se preocupa por desarrollar un conflicto atrapante, ni por personificar al villano de manera interesante. Se van planteando las cosas mientras se van desarrollando, sin los merecidos segundos de explicación o de entretenimiento, y se pierden minutos en escenas con música (Guitar Hero) que no aportan nada al desarrollo de la historia. No hay ideas ni imaginación en lo que va sucediendo, todo es bastante previsible y sin demasiadas sorpresas.
Pese a estos problemas, cabe destacar que siempre la película mantiene las identidades de los personajes; hay una tranquilidad en ellos que está bien lograda; se hace referencia al creador (Peyo) en cierto momento; y las técnicas de animación y de fotografía siempre están a la altura de la gran producción que intenta ser. No hay puntos bajos por el lado técnico, visual o auditivo, pese a que el 3D no aporta demasiado al entretenimiento. Lamentablemente el guión y la decisión de llevar a los personajes a la realidad son los grandes problemas de esta propuesta.
Las actuaciones son correctas. Neil Patrick Harris y Jayma Mays están bien en sus personajes, ellos son los humanos que hospedan a los pitufos y logran crear dos identidades que se complementan y están bien logradas actoralmente, en especial con lo que respecta al trabajo de mímica con las criaturas azules. Hank Azaria, es el villano y, aunque está totalmente desperdiciado el planteo que la historia hace de su personaje, él lo interpreta de manera correcta, aunque algo sobreactuada por momentos.
"Los Pitufos" es una película que encantará a los más chicos, simplemente por el colorido de los primeros minutos y por la atención que siempre se le da a los pequeños personajes, pero que desilucionará a aquellos que crecieron viendo los dibujos animados y esperaban una fiel o entretenida propuesta familiar. Una cinta que no aprovecha los dotes técnicos que presenta y que desarrolla una estética narrativa que aporta poco al género.
UNA ESCENA A DESTACAR: introducción en la aldea.