Lo que los chicos quieren
Buen paso de los personajes a la pantalla grande, saltando de la aldea a Nueva York. Y en 3D.
Los traspasos de personajes de la TV al cine tienen sus bemoles. Los propios Pitufos ya tuvieron su filme en los años ’80 (¡con Los Pitufos y la flauta mágica !) con tan poco éxito que nadie por los vecindarios de Hollywood se acordó de ellos hasta ahora, cuando Sony estrena Los Pitufos , una película que devuelve a los personajes, los saca de su pitufialdea medieval y traslada a seis de ellos (uno, nuevo) a Nueva York.
La presentación, para los más pequeños, aquellos que vieron poco o nada a estos seres azules que miden “tres manzanas de alto”, ya es para que abran bien los ojitos. Está claro que Los Pitufos es un filme para chicos de hasta 8 años, aunque algunos grandulones que en los ‘80 los veían por la tele seguramente querrán aproximarse a ver de qué se trata. Y el resultado, dentro de lo imaginable, es positivo.
Nacidos de la imaginación del belga Pierre Culliford, alias Peyo, los Pitufos son 101 (sí, como los Dálmatas) y cada uno tiene un sobrenombre de acuerdo a su personalidad (sí, como los siete enanitos de Blanca Nieves). Está Papá Pitufo, que se diferencia de sus hijos porque tiene barba y lleva ropa y gorro rojo, en vez del blanco del resto, y está Pitufina, única femenina de la comunidad, que –como bien saben quienes siguieron el cómic o la serie de TV- fue una creación del hechicero Gargamel infiltrarse en la comunidad de los Pitufos, pero el bueno de Papá Pitufo sacó la bondad en ella y la acogió como una hija más.
Los seis personajes (Papá, Pitufina, Tontín, Gruñón, Filósofo y Bravo, el nuevo, que viste de escocés) terminan transportados a través de un portal al Central Park luego de que Gargamel logre ingresar a la aldea y, en el escape, en los preparativos por el Festival de la Luna azul, saltan al universo “real”, por decirlo de alguna manera. Detrás del sexteto van Gargamel y su gato (animado), Azrael.
Ya en Nueva York, entablarán relación con una pareja (Neil Patrick Harris y Jayma Mays, Emma Pillsbury en Glee ) que espera un bebé. El es ascendido como vicepresidente de marketing de una empresa de cosmetología, cuya presidenta (Sofía Vergara) le exige que arme una nueva campaña para un nuevo producto en 48 horas. El resto es previsible.
Pero lo que, tal vez, no era fácil de imaginar era que la interacción de los dibujos o, si se quiere, la inserción de los Pitufos en el mundo cotidiano, sería tan “realista”. Los personajes están bien integrados. Raja Gosnell ( Scooby Doo ) conoce del tema, y el mensaje –cristalino- es, como dirían Los Campanelli, que no hay nada más lindo que la familia unida.
Hank Azaria, semirreconocible detrás de la pelada y la nariz dientes postizos, se divierte y divierte a los más chicos como el maléfico Gargamel, que quiere extraer la esencia de los Pitufos para tener más poder. Pero, como dicen que la esencia no cambia… Buen programa para los más chiquitos.