Hasta ahora, la videodanza era una disciplina artística relativamente nueva, “para entendidos”. Es posible que este film, rodado con una elogiosa factura técnica, permita ampliar la recepción de este tipo de obras. Lo que también es singular es el hecho de que los bailarines sean un grupo de adolescentes del centro de integración social Casa La Salle. A puro vértigo se entregan en un frenesí de movimientos, en los que lejos de entregar modelos coreográficos clásicos proliferan formas más contemporáneas e inspiradoras.