“Los que aman odian” es la película protagonizada por Guillermo Francella, en la que Luisana Lopilato juega el papel de amante del ex Pepe Argento. Lejos de ese ícono que fue “Casados con hijos”, aquí vemos a una Luisana en plan “Femme Fatale” que rompe corazones y juega a varias puntas.
La película está basada en el libro de Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo, en el que un homeópata llamado Huberman (Francella) viaja a Ostende en busca de descanso y de olvidarse de Mary (Lopilato). Oh casualidad, Mary, su hermana (Justina Bustos), su cuñado (Juan Minujín) y un colaborador, viajan a la misma mansión ubicada en la playa, porque alguna vez Huberman le había recomendado la estancia.
Ambientado en los años ’40 el film transita esta historia de amor principal, un amor rodeado de obsesión; y luego se transforma en un policial del estilo “el asesino es el mayordomo”, en donde todos son sospechosos.
El trabajo de ambientación está muy bien logrado, todos los detalles son un placer visual, el vestuario, los autos; y desde la actuación, la forma en la que se mueven los personajes, van acorde a la época.
Esa década le queda muy bien a Juan Minujín y sorprende Justina Bustos con su trabajo en un papel totalmente distinto a los que estamos acostumbrados a verla.
La música también juga un papel importante en la película en donde todo lo que sucede dentro del cuarto de Huberman musicalmente es insoportable, marcado con un sonido que genera constante tensión.
El trabajo de Luisana Lopilato es impecable, se puede ver como moldeó a Mary, en sus gestos, su manera de fumar, de moverse. Sin embargo, su cara aniñada no ayudó a convencerme del todo.
Los que aman odian, consigue suspenso, y ese juego con el espectador de ir cambiando de posible asesino a lo largo de la trama, hacen que nos sorprenda hacia el final.