Sobre la novela policial de Bioy Casares y Silvina Ocampo, esta adaptación encara la difícil tarea de meterse con un registro y una estética del melodrama de los cuarenta y el policial a puerta cerrada. A lo Ágatha Christie, el doctor interpretado por Francella llega al hotel de Ostende alejado y alejándose de todo. Pero allí está la femme fatale que lo enamoró, Lopilato. También está su hermana comprometida con un hombre al que también seduce. El resultado, de buen nivel técnico, es irregular, plagado de situaciones inverosímiles y una afectación que desgasta.