Los que vuelven

Crítica de Gabriel Piquet - Funcinema

FANTASÍA Y TERROR EN LA SELVA

En su nueva película, Laura Casabé recurre a los mitos de la región para construir un relato de género con elementos fantásticos y de terror. “Iguazú” es la madre del día y la noche para las culturas guaraníes, y a ella es que una madre le pide que le regrese a su hijo muerto: que finalmente volverá, pero no lo hará en solitario. Con múltiples aciertos, Los que vuelven es una película que nuevamente pone muy alta la vara del cine de género argentino.

Hay varios motivos para recomendar esta película. La historia es un mito que utiliza a la naturaleza y los aborígenes como personajes fantásticos. Sirve también como muestrario de las diferentes clases sociales, inclusive mediante un diálogo entre varios personajes nos enteramos quiénes manejaban el negocio de la yerba en esa época. Si siempre se pide al cine nacional que lo autóctono se mezcle con la estructura de los géneros más populares, Los que vuelven lo consigue y crea unos personajes que meten miedo, como unos aborígenes zombificados o poseídos.

La película se divide en tres actos y tiene un arranque impresionante, con una muy buena presentación de personajes y algunos climas remiten a La bruja, como aquella escena en que el niño Manuel ingresa a la selva. A Laura Casabé le gusta el género y no los menosprecia, les pone vida a sus personajes y genera que el público se interese por lo que está viendo. La selva es un protagonista más y en algunos pasajes del último acto, le sirve a la directora para generar climas que realmente asustan.