El horror llega de la mano del cine surcoreano, con de posesiones y exorcismos. Claro que todo lo que se estrenó después del film de William Friedkin, “El exorcista” de l973 ya no tiene un impacto similar, pero sigue cosechando adeptos entre los fanáticos del género. Este largometraje de Kim Hong-seon presenta algunas ideas nuevas pero que luego se disuelven entre lo esperable, nada más que multiplicado. A partir de un cura católico que fracasa en un exorcismo, exponiendo su vergüenza en el pueblo y extendiendo el repudio a toda su familia, comienza una trama complicada con momentos muy logrados. Como que el mal va mutando la posesión de los cuerpos de toda una familia, hasta diluir cualquier posibilidad de confianza entre ellos. Pero cuando avanza hacia el final la acumulación de horrores no produce el efecto deseado. Sin embargo entretiene dentro de los parámetros del género.