Mundo primitivo
Los salvajes (2011) primer largometraje del guionista y director Alejandro Fadel, que ha recibido buenas críticas en su paso por distintos festivales internacionales, es una película absolutamente dueña de una fuerza visual propia y una propuesta estética salida del western, pero que se va modificando a sí mismo. Además, el argumento parece ser de cierta simpleza narrativa, pero poco a poco va ganando en otros niveles.
Cinco muchachos (cuatro varones y una mujer de aspecto misterioso y particular) escapan de un instituto de menores violentando a los cuidadores y a todos los que se crucen en su camino. De esta manera quedan libres en las mismas sierras sobre las que se irán adentrando, descubriendo así un mundo sobre el cual tendrán que sobrevivir. Ahí se drogan, se bañan, y tienen que ir en busca de su alimento (que son animales en la mayoría de los casos). Siguiendo la promesa de un hogar en donde van a estar mejor, van juntos cruzando sus propios destinos y se van consumiendo en la desgracia, pero con cierto aire mítico y surrealista donde la naturaleza se convierte en un personaje más.
Es interesante como la película equipara el salvajismo de los chicos que, salidos del instituto, demuestran no ser del todo instruidos para leer y hablar, con el salvajismo animal, el cual se basa en recorrer su medio para sobrevivir. Representan una especie de jauría: se protegen entre sí manteniendo un lenguaje marcado de códigos y una organización fiel (en su parte humana) a una banda de gánsteres. Sólo que aquí lo que los motiva es llegar a destino. Pero esa tarea será cada vez más difícil y el grupo tendrá bajas. Incluso en las caídas, el grupo mantiene cierta ritualidad y ahí es cuando la idea de clan queda establecida.
En este grupo cada uno de los muchachos tiene una manera de comportarse, cada uno tiene su propia personalidad que conforme avanza la travesía, se pueden ir identificando. Y esto porque la idea de viaje está presente, no sólo en el argumento, sino también como hilo conductor de las escenas. La idea de desplazamiento presente desde una puesta en escena que conjuga un registro que va entre lo documental y la ficción, pone en evidencia el personaje que cada uno de ellos interpreta, y eso irá develando cómo la ficción tiene un papel importante en la narración.
Finalmente, la técnica cinematográfica que emplea (desde los movimientos de cámara hasta los cambios de iluminación) es de lo más atrayente ya que hacen que la película mantenga buen nivel dramático, a partir de una técnica detallada y atrevida le hace asumir riesgos a grandes niveles. Cuestiones que terminan por hacer de Los salvajes, una película con un estilo propio que al espectador le exige la atención que éste difícilmente podrá quitarle.