Los Santos de la mafia (The Many Saints of Newark, 2021) es una precuela de la mítica serie Los Soprano (The Sopranos, 1999-2007). Su creador, David Chase, tuvo dudas acerca de este proyecto, pero cuando vio que podía mezclar ciertos eventos reales ocurridos entre fines de los sesenta y principios de los setenta, aceptó que la película se hiciera. Lo cierto es que este proyecto es mucho más que una película, es claramente el puntapié inicial para otros largometrajes o una nueva serie. Esa especulación es lo que le juega un poco en contra a esta película que en líneas generales está bastante bien y tiene vida propia hasta llegar al desenlace y delatar su necesidad de seguir la historia.
Una historia de gángsters contada no tanto desde los crímenes en sí mismos, sino desde las vidas personales de los principales personajes. Con un Tony Soprano niño y luego adolescente que está como Michael Corleone al comienzo de El padrino, es decir afuera del lado oscuro de su familia. Una guerra por el poder que crece poco a poco y el origen de los personajes que todos los seguidores de la serie conocen. El verdadero protagonista tal vez sea Dickie Moltisanti (Alessandro Nivola) el tío favorito de Tony, un personaje lleno de conflictos, un criminal que arrastra su culpa y fluctúa entre la necesidad de actores generosos y los peores crímenes. Varias escenas memorables nos regala este gran personaje. Ray Liotta, por otra parte, guarda una sorpresa en su participación en la película que es también brillante.
Más sofisticada que un capítulo de una serie de televisión, pero tampoco con categoría de clásico del género. Los apuntes sociales con el levantamiento de los afroamericanos y los saqueos en la ciudad tal vez la sacan de la tradicional historias de mafiosos, pero no necesariamente la vuelven más interesante. Lo mejor de la película son los gángsters, sin duda. David Chase parece decirnos que acá hay material para al menos una temporada completa del joven Tony Soprano y su llegada al poder. Como dato de color, el Tony adolescente es interpretado por Michael Gandolfini, hijo de James Gandolfini, el Tony Soprano de la serie.