Dormidos al borde del abismo. Crítica de “Los Sonámbulos” de Paula Hernández.
En el cierre de la Competencia Internacional del 34 Festival de Cine de Mar del Plata, se proyectó la cuarta película de Paula Hernández. Un viaje hacia los oscuros secretos de una familia. Por Bruno Calabrese.
Luisa (Erica Rivas), llega con su hija de 14 años y su marido a compartir unos días con la excusa de festejar fin de año a la casa de campo de su suegra. La joven es sonámbula y está en pleno despertar sexual, mientras los padres se encuentran inmersos en una crisis silenciada.
Una familia matriarcal, que gira alrededor de las decisiones de la señora mayor.Luisa es la única nuera dentro del grupo familiar, por lo cual es el blanco de todas las indirectas de la suegra.
Su esposo (Luis Szebrowski) es el mayor de los tres hermanos. El resto de la familia está compuesta por Daniel Hendler, un bohemio separado y padre de tres hijos y Inés, una madre soltera que carga con el peso de tener un hijo recién nacido y una madre que no coopera en nada, y encima, la manipula. De manera inteligente y totalmente natural, Paula Hernández nos inserta en la dinámica familiar de ese fin de semana.
La sorpresiva llegada de Alejo, el hijo mayor de Hendler, el nene mimado y protegido de la abuela provocará una revolución. Coqueteos con Luisa y con su hija. Mirada celosas de la joven hacia la madre, todo dentro de un contexto familiar de discusiones por la venta de la casa, competencia entre hermanos, peleas entre parejas y entredichos familiares
Los tiempos de la película están manejados de manera eficiente y la trama familiar se despliega con total espontáneidad. Nos inserta dentro de su conflictiva dinámica, hasta llevarnos a naturalizar cada discusión que se va sucediendo. Sodomiza al espectador, con situaciones que parecen no tener sentido pero que resultan necesarias para meternos dentro del seno familiar. Así es como veremos una simple pelea de migas de pan entre Alejo y Ana se transforma en un peligroso juego de seducción que tendrá graves consecuencias en el final, mientras los adultos discuten por conflictos económicos relacionados con la venta de la casa
Luisa huele el peligro en Alejo para con su hija. Pero todo un entorno desfavorable, con una marido que no le da lugar a sus opiniones y la trata de sobreprotectora con su hija, la hará cuestionarse y no dejarse llevar por lo que ella siente.
Toda esa tensión imperante explotará en el final. Con una Erica Rivas impecable, que estallará como un volcán ante una situación familiar que la sobrepasa y una tragedia que se veía venir pero que todos obviaron o no quisieron ver.
Lo maravilloso de “Los Sonámbulos” es que te envuelve en una telaraña familiar y te sodomiza poco a poco, hasta clavarte el aguijón en ese vertiginoso y angustiante final que se podía prever pero que todos pasamos por alto.
Puntaje: 90/100.