Entretiene, aunque de Dumas no quedó nada
No se puede negar que esta película es super entretenida, que está muy bien filmada y que tiene efectos especiales asombrosos. Incluso, por momentos, permite que se luzcan algunos intérpretes, que hasta disparan diálogos ingeniosos.
Pero el guión realmente es malo, y como adaptación de una novela de Alejandro Dumas, es cualquier cosa. Y, lamentablemente, da la sensación de que no es cualquier cosa por puro libre albedrío o elección creativa, sino más bien por pura estrategia de marketing para que unos personajes de tiempos remotos se parezcan lo mas posible a los taquilleros «Piratas del Caribe» de Disney.
Esta estrategia es tan notoria como para que, más que de Dumas, la historia parezca surgida de algún libro de Julio Verne con batallas aéreas entre naves voladoras armadas de cañones.
En fin, más allá de eso, al menos está filmada con gran imaginación, tiene contundentes escenas de acción y un par de villanos que se lucen bastante más que los cuatro mosqueteros, en especial la espía Milla Jovovich -vieja amiga del director vía las películas de la saga de «Resident Evil»- y el hiper malísimo Cardenal Richelieu a cargo del talentoso Christoph Waltz.
Sólida en todo lo que tiene que ver con la imagen, y muy creativa en las coreografías de las escenas de acción, para no mencionar las impactantes y desaforadas batallas aéreas, en el mejor de los casos, esta película puede calificar como razonable placer culposo digno de una matiné de super acción.