Una película explosiva que puede ser la gran sorpresa de 2011.
Calificación: 4/5
Cuando se supo que Paul W.S. Anderson estaba trabajando en una nueva adaptación del clásico de Alexandre Dumas no pude hacer menos que una mueca de disgusto. Es que el libro lo tiene todo, no solo literariamente, sino el cine. ¿Cuántas adaptaciónes tiene?, ¿era necesaria una más, y para colmo, moderna? La respuesta, después de ver la película, fue un si rotundo. Y es que Los Tres Mosqueteros 3D tiene todo lo que necesita una película de aventuras: comedia, acción, explosiones y, para colmo, brillantes actuaciones y una muy aproximada adaptación a la historia original. Claro que no a piejuntillas, porque Dumas jamás hubiera puesto buzos tácticos, explosiones Michaelbayescas o barcos-zeppelin, pero si vemos el espíritu de la película, el eje de la historia está prácticamente intacto.
Para quienes no saben, Los Tres Mosqueteros nos ubica en una Francia aquejada por la guerra. El rey, Luis XIII (Freddie Fox), es tan solo un niño caprichoso descaradamente manipulado por el cardenal Richellieu (Christoph Waltz), un hombre de dios que tiene planes oscuros para la nación. En ese contexto, los Mosqueteros, antigua guardia del rey, fueron prohibidos y reemplazados por los soldados del cardenal, manejados bajo las órdenes del sádico Rochefort (Mads Mikkelsen), por eso, el trío de elite formado por Athos, Porhos y Aramis (Matthew McFayden, Ray Stevenson y Luke Evans, respectivamente) terminan siendo parias dentro de la sociedad. La última misión encomendada a ellos fue la de robar los planos de un arma secreta que utilizarían para su majestad, pero que en realidad terminó en manos del conde de Buckinham (Orlando Bloom) por la traición de Milady de Winter (la infaltable Milla Jovovich).
Años después de este trabajo fallido, conocemos a D’Argagnan (Logan Lerman), un joven y humilde gascón, hijo de un mosquetero, que desea seguir la senda de su padre. El viaja hasta la capital para enrolarse, pero allí se encuentra con una realidad diferente a la que esperaba. Por empezar, termina el día enfrentado a Rochefort y, para colmo, programa duelos contra los tres mosqueteros, con quienes tuvo problemas a lo largo de su primera jornada, pero al final del día terminan luchando codo a codo para repeler a las fuerzas del cardenal. Los mosqueteros, sin voluntad de defender el país, terminan recobrando las esperanzas y se sumergen en una misión casi suicida, y es que Milady (bajo las ordenes de Richelieu) busca acusar a la reina (Juno Temple) de infidelidad a través de cartas falsas y haciendo desaparecer un collar de brillantes, que pone en manos de Buckingham, para que parezca que el conde es el amante de la dama. Esto podría llevar a un conflicto armado que devastaría ambas naciones, y por eso los cuatro rebeldes deben recuperar esta joya y devolverla a la reina antes de la fiesta en donde debería vestirlas para aplacar las sospechas.
Las personalidades de los Mosqueteros están bien adaptadas, pero el único problema es que, para disfrutar plenamente de sus “estilos” hay que saber algo de la historia que tienen detrás, y excepto por Athos (traicionado por Milady, su amante), no nos cuentan mucho sus pasados. Por su parte, tanto Waltz como Stevenson brillan en la película, siendo definitivamente los dos personajes más destacables. Claro que no son los únicos, ya que el caprichoso rey logra robar más de una risa.
Si bien la comedia tiene un papel protagónico, no lo es todo, ya que la acción y la aventura es la verdadera estrella. Grandes coreografías, grandes escenarios y brillantes peleas con espadas decoran las casi dos horas que dura la película, tiempo en el cual es prácticamente imposible aburrirse. Paul W.S. Anderson, definitivamente, hizo su mejor trabajo en el cine. Y ojo, que no es el único, ya que todo está dado para que Los Tres Mosqueteros se convierta en una saga lista para seguirle los pasos a Piratas del Caribe, la que parecería ser su base de inspiración.
Si son muy fanáticos de la obra de Dumas, pero no están listos para ver cómo sus personajes caballerescos se convierten en héroes de acción hollywoodenses, no recomiendo perder un minuto viendo esta película; pero si lo que buscan es divertirse, lisa y llanamente, esta posiblemente sea una de las mejores opciones que dió la pantalla durante 2011.