Anexo de crítica: Hay dos axiomas cinematográficos que se cumplen a rajatabla en este engendro del director Paul W.S. Anderson Los tres mosqueteros: en primer lugar que Hollywood destruye todo lo que toca cuando se trata de adaptar clásicos de la literatura al formato del video juego post producido y finalmente que cualquier pretexto de historia alcanza para el exhibicionismo y la acumulación de valores de producción en proyectos de mediocre calidad. Superadas estas salvedades y más allá de las falencias de un guión prácticamente anecdótico e insulso es justo señalar que el espectáculo y la pirotecnia visual están garantizados en esta nueva aventura, que calca secuencias de películas como Matrix; adopta el estilo desnaturalizado ya aplicado en la nueva versión de Sherlock Holmes con ese ritmo trepidante y abusa de la cámara lenta al mejor ejemplo de 300.