La guerra del agua es un hecho. Los poderosos ya se ha apropiado de todas las reservas de la tierra, de los minerales y combustibles, El ultimo saqueo es el agua. Y los que no tienen nada viven como pueden en ciudades destruidas o en campos de refugiados. Estamos hablando de un futuro post-apocalíptico que se parece en muchos aspectos a una realidad bastante difundida. El libro de Nicolás y Lucia Puenzo no aclara demasiado de entrada que es lo que esta ocurriendo. Apelan sí a la sabiduría de los pueblos originarios que ven desolados el saqueo ambicioso y sin limites a las riquezas de la Pachamama, y sienten que la vida puede bien ser un círculo infernal casi siempre, esperanzador otras veces. En ese mundo devastado una pareja intenta huir hacia el mar, como si fueran una especie de Adan y Eva buscando una ilusión de paraíso. Son jóvenes, solo tiene algún objetivo, sueños, esperan un hijo. La fuerza suficiente como para conmover a un corresponsal de guerra que fabrica fotos falsas y sangrientas a gusto de sus “patrones” Es la opera prima de Nicolás Puenzo que demuestra, a cargo también de la fotografía, que sabe manejar con buen pulso un film ambicioso y creativo, de imágenes sobrecogedoras. Y es también un film del clan Puenzo ya que en la producción participan el mismo director, Lucia, Esteban y Luis. Con un elenco de lujo que tiene entre los protagónicos a Germán Palacios, Peter Lanzani y la peruana Juana Burga. Y en actuaciones especiales a Natalia Oreiro, Alejandro Awada, Luis Machín.
Sorprendente y distinto dentro del panorama del cine nacional, es fácil augurarle al film un camino de premios y de éxito. Vale la pena.