Ciencia ficción argentina
No es común el género de ciencia ficción en Argentina. Hay, sí, varios ejemplos, pero son las excepciones que confirman la regla. Los últimos se sitúa en un mundo distópico, donde la batalla es por el agua. El mundo es árido, un gran desierto por el cual huyen la pareja protagónica de la película. En un espacio que podría ser el norte de Argentina o Bolivia, ellos se dirigen hacia el Océano Pacífico. Un hombre y una mujer embarazada que simbolizan el último espacio de humanidad en mundo donde todos están en peligro, no solo ellos. Se cruzarán con un héroe renegado que buscará ayudarlos en su huída. Mientras tanto, poderes mucho más grandes que ellos acecharán en cada momento.
La ópera prima de Nicolás Puenzo es bastante elemental en la historia que cuenta, subraya sus temas y se vuelve aun más obvia hacia el final, lo que le quita gran parte de su fuerza visual. Es justamente el aspecto estético aquel en el que Puenzo tiene su mayor acierto. Muy por encima del promedio del cine argentino, todos los aspectos técnicos (obviamente también artísticos) brillan y le dan gran potencia al relato. Lamentablemente hay un tono paternalista hacia los personajes que los convierte en criaturas más poderosas y creíbles. Aun así, Puenzo parece ser un buen candidato a hacer un cine de gran despliegue visual desde esta película en adelante. Es posible que la ciencia ficción deje de ser una excepción y se convierta en un género más visitado en nuestro cine.