Con apenas la notable excepción de Capitán América: El Soldado de Invierno, las segundas partes del universo Marvel han tenido en cine poca suerte: Iron Man 2, tras el entusiasmo inesperado que generó en su primer capítulo, palideció en comparación, mientras que Thor 2 fue sencillamente inmirable. Avengers: La Era de Ultrón no se encuentra, claramente, en ésta última categoría pero sí se acerca bastante a la desilusión de lo “ya visto” y es presa del peor pecado de marketing que a menudo comete la Marvel: no es una película, es un trailer.
Un extenso (demasiado, en sus dos horas y media) anuncio de “lo que vendrá”, cuando los superhéroes se peleen, enfrenten entre sí, y se vean obligados a amigarse de nuevo para combatir un mal en común. Si recordamos que ésta fue la estrategia del estudio en sus inicios, es difícil no ver La Era de Ultrón como un paso atrás. El equipo está completo (a excepción de las parejas de dos protagonistas como lo son Iron-Man y Thor, apenas mencionadas en un chiste poco efectivo), y se enfrenta a todo tipo de amenazas. Claro que no todas representan el mismo peligro y, hábil, Tony Stark reflexiona: no es lo mismo enfrentar traficantes de armas que alienígenas destructores.
Y es justamente gracias a esta filosofía de “mejor prevenir que curar” que el hombre de hierro comete una imprudencia, cuando junto con Bruce Banner (más conocido como Hulk, para los paracaidistas ajenos a la historieta) decide crear un sistema de inteligencia artificial para proteger al planeta. Cual Skynet malvado, el plan falla y lo hace a lo grande: engendrando un ser, el Ultrón del título, que entiende por “paz” la “guerra” y así concluye que la única armonía posible en el universo no contempla la vida humana. Stark sin quererlo provoca una crisis en el núcleo duro del grupo, y Los Vengadores enfrentan a un villano más amenazante que el de la anterior película, pero que aún se ve desdibujado en proporción a sus contrincantes.
Joss Whedon dirige una vez más, aunque lo hace con un tono completamente distinto al de la anterior entrega, ya que los colores vívivos se apagan y reemplazan por tonalidades oscuras, intentando llevar la saga hacia un lugar menos “kid-friendly” y un tanto más siniestro. Los chistes, disparados a mansalva entre puños y disparos, tampoco dan siempre en el blanco.
Si bien el resultado es ciertamente menos impactante que la primer reunión del grupo, la inteligente puesta en escena de Whedon y un guión que entretiene constantemente, hacen de La Era de Ultrón un producto de factura técnica impecable y muy divertido. El desencanto saluda desde la comodidad de haber recurrido a lo predecible y lo fácil. Repetir y repetir para no terminar de avanzar.