La sinergia se dispersa un poco
Mucho esperé esta secuela por lo que me había gustado la primera entrega y las expectativas que se fueron generando eran realmente altas. "Los Vengadores" me había parecido un entretenimiento excelente, bien pensado y ejecutado con mucha pericia. El nuevo camino del cine pochoclero. Con "Los Vengadores: La Era de Ultron" no pude vivir lo mismo y me quedó un gustito un tanto amargo, no porque la película sea mala, sino porque en su afán de involucrar más y más personajes, se descuidó la tridimencionalidad de los protagonistas y se le quitó un poco de alma al guión.
Es un entretenimiento bueno, cargado de mucha acción, personajes que nos encantan de los comics y el humor característico de Marvel, pero en su ejecución general quedó inferior a su antecesora.
Lo primero a analizar es la incorporación de nuevos jugadores. Ya en la primera entrega podíamos ver el hito de juntar un gran número de famosos superhéroes encarnados por grandes estrellas de Hollywood. Iron Man (Robert Downey Jr.), Thor (Chris Hemsworth), Capitán América (Chris Evans), Hulk (Mark Ruffalo), Viuda Negra (Scarlett Johansson) y Hawkeye (Jeremy Renner). Parecía que con tanta figura se iba a perder la esencia de cada uno, o al menos de algunos a los que le dieran menos bolilla. Whedon se las arregló para hacer que todo fluyera muy naturalmente y no fuera relegado ningún personaje. En esta segunda entrega lamentablemente no sucedió esto, sobretodo con los nuevos personajes, Scarlet Witch (Elizabeth Olsen), Quicksilver (Aaron Taylor-Johnson) y Vision (Paul Bettany). Más allá de la emoción de verlos en pantalla, ninguno de los tres sobresale demasiado y no tienen una relevancia fuerte más allá de que Whedon hizo un esfuerzo para imponerla como parte del guión, al menos con los gemelos. No llegamos a conectar demasiado con ellos, cuestión que sobre el final toma gran importancia impactando de manera negativa en el giro de la trama. Sin empatía, no hay reacción emocional a la suerte que corren los personajes, y eso fue un gol en contra. El único que realmente se destacó desde lo empático, fue Hawkeye.
Otra cuestión que no favoreció al film fue la personalidad juguetona que le imprimieron al villano Ultrón, con la voz de James Spader. Sabemos que una parte importante de los films de Marvel es el humor, pero justo concentrar gran parte de él en el malo de la película, simplemente no me pareció correcto. La idea me parece que debió ser aterrorizarnos más con Ultrón, no tratar de hacernos reír con comentarios malévolos y analogías cómicas.
Por último, creo que a esta segunda entrega de Los Vengadores le faltó un poco de carisma, de conexión con el público. Si recordamos al villano Loki (Tom Hiddleston) de la primera, su empatía fue excelente. Lo mismo con personajes como Hulk o Iron Man. Acá todo se volvió un poco más automático. Todos cumplen con su función, pero no se destacan demasiado en sus roles.
En el apartado de lo positivo, primero debo resaltar el nivel cada vez más alto de los aspectos audiovisuales. La verdad es que es una verdadera fiesta para los ojos y los oídos. Ver hechos realidad al Hulkbuster, a Vision, Hulk y hasta el mismo Ultrón, son maravillas modernas que agradecemos muchísimo. Hay peleas mano a mano, muchas explosiones y coreografías de combate muy copadas. En este aspecto no hay nada que objetar. Por otro lado, creo que el centro de la trama fue mucho más original e interesante que el del primer film, con un villano que nació como parte de un proyecto de buenas intenciones, lo que le dio una cierta dualidad que resultó atrayente. El problema fue el tratamiento que se le dio a esto en la pantalla, sin saber conectar al 100% el personaje de Ultrón con el espectador, algo que sí habían logrado con Loki.
En general el balance es positivo, porque "Los Vengadores: La Era de Ultrón" logra su cometido de entretener y continuar con la franquicia millonaria con un muy buen nivel de ejecución audiovisual, aunque en comparación con la primera entrega, el tratamiento de los personajes y la trama resultaron inferiores.
Esperemos los hermanos Russo la vuelvan a llevar hacia la sinergia de la primera entrega de Whedon.