La hora de pasar la posta
Un malvado malísimo, superhéroes luchando entre sí, alguna traición y la presentación de una nueva generación.
En la nueva era de los blockbusters hollywoodenses, parece que la regla es más y más. Si los principales superhéroes de Marvel tenían sus películas individuales, hace tres años se los juntó en el cine. Eran seis (Iron Man, Capitán América, Thor -todos con sus propios filmes-, Hulk, Viuda Negra y Ojo de halcón) y lograron, juntos, convertir a Avengers en la tercera película más exitosa de la historia.
¿Cómo no repetir la reunión, y agregarle más superhéroes?
Avengers: Era de Ultrón es el apresurado paso hacia el primer pase de antorcha entre los superhéroes. Algún intérprete ya no quiere saber nada -Robert Downey Jr.- y hay que renovar el staff de luchadores del Bien contra el Mal.
Pero vayamos más lento que el ritmo que tiene la película, que no tiene preámbulo y va directamente a los bifes. El sexteto está lidiando contra los malos en clara desventaja numérica, pero eso nunca fue un problema que los efectos especiales y el guión no pudieran resolver. Esos primeros diez minutos de Era de Ultrón se parecen, sí, a los diez primeros minutos de El planeta de los simios: Confrontación. La animación computarizada lo copta todo y ya la película parece un dibujo animado.
Después algo cambia. El Dr. Banner, cuando no se pone verdecito, y Tony Stark habían soñado con crear a Ultrón, pero el personaje tendrá vida e intenciones propias bastantes ajenas a las de su mentor (Stark), a partir de la inteligencia artificial. Así que de nuevo los seis saldrán a buscarlo y pelearlo, porque está en juego -fanfarrias- el futuro de la Tierra. Y los malos estarán ayudados por dos gemelos, Pietro y Wanda Maximoff (Aaron-Taylor Johnson y Elizabeth Olsen), como Quicksilver y Scarlet Witch, así que la(s) batalla(s) será(n) ardua(s) y extensa(s).
Para los fans, aquí está todo como servido en bandeja. En detrimento de la original, Era de Ultrón no tiene la sorpresa de la primera. Sí, dos batallas descomunales, y muchas traiciones -superhérpes buenos peleando entre sí-, una historia romántica más desarrollada (Hulk y Viuda Negra) y vueltas de tuerca que no conviene adelantar. Todo en los 141 minutos, a todo color, con o sin anteojos tridimensionales -no hay una utilización mayúsculamente valedera del efecto-, con guiños y cameos, mínima escenita al comenzar los créditos finales, gags y una sensación de abundancia tal vez desmedida.
No siempre más es mejor, pero en Era de Ultrón nadie parece detenerse un segundo -a pensar, a no correr- porque la idea es, de nuevo, ofrecer todo y ya. Para pasar la posta hay tiempo -no mucho: en 2018 y 2019 llegan las próximas pelis de los Avengers- y, habrá pensado Joss Whedon, que de eso se encarguen los que sigan.