Los héroes de siempre, los villanos de siempre, los espectadores de siempre
Aunque algo desparejos, los films que forman parte del Universo Cinemático de Marvel son casi todos interesantes, con la excepción probablemente de Thor: un mundo oscuro. Y los seguirán siendo, aunque no deja de llamar la atención cómo los films en solitario de los distintos superhéroes terminan siendo mucho más atrayentes, a pesar de contar casi siempre con la falla de origen que supone ser introducciones al gran acontecimiento grupal que cierra cada Fase. Para que quede claro: si tomamos la Fase I, Iron Man, por ejemplo, es mucho más redonda que Los Vengadores, no sólo en el diseño de los personajes, sino también en la historia que cuenta. En lo que se refiere a la Fase II, Iron Man 3, Capitán América y el Soldado del Invierno y Guardianes de la Galaxia ofrecen muchas más capas de lectura, poseen mayor fluidez en su desarrollo y hasta son más impactantes que Avengers: era de Ultrón.
Al ver Avengers: era de Ultrón, se entiende por qué Joss Whedon dijo que no quería dirigir la siguiente entrega (que estará dividida en dos partes) debido, entre otras cosas, al enorme compromiso y energía que demandaba cada proyecto. El film es una experiencia abrumadora, donde sólo algunos personajes -como Hawkeye, Viuda Negra y Hulk- consiguen tener verdadero espacio de lucimiento y tiempo para desarrollar sus conflictos. Es cierto que el realizador y los actores ya tienen determinados mecanismos sumamente aceitados, por lo que hay instancias de humor y acción que encajan dentro de la trama sin mayores problemas, pero la sensación general es que se repiten los dilemas éticos de los superhéroes -para qué y por qué luchamos, cuándo pasamos de ser héroes a villanos, si importan no sólo el fin sino también los medios- y las circunstancias que afrontan, sólo que están inflados a la enésima potencia. A pesar de todos los esfuerzos de Whedon para otorgarle peso, el planeta que es la Tierra, junto con sus habitantes, es apenas un campo de batalla, un lugar donde suceden un montón de cosas y nada más.
Villanos
Ese villano que es Ultrón prometía, pero su encanto más que nada termina basándose en el trabajo con la voz por parte de James Spader. Eso sucede en gran medida porque Avengers: era de Ultrón es un film de transición, un puente hacia lo que prometen ser las dos partes de Avengers: Infinity War, lo cual es raro, porque se suponía que tenía que ser el gran súper acontecimiento de la Fase II, la instancia donde confluían todas las tensiones desarrolladas en Iron Man 3, Thor: un mundo oscuro, Capitán América y el Soldado del Invierno y Guardianes de la Galaxia.
Pero no, lo que tenemos es una película con un villano eventual, accidental, que repite el esquema de la gran mayoría de los antagonistas del mundo Cinemático de Marvel, es decir, la versión deformada y oscura del superhéroe, del cual copia su camino y conjunto de razonamientos para terminar en el lugar opuesto. En el caso de Ultrón, el juego de espejos se da con Tony Stark/Iron Man, su creador y a la vez enemigo principal: ambos recurren al pensamiento individualista y hasta egoísta, ambos se piensan como el centro del universo. Ese duelo de iguales es lo único que alimenta a Ultrón como personaje.
Espectadores
Queremos pensar que Hollywood es el gran villano dentro del panorama del cine, y tal vez lo sea, pero lo cierto es que todos juegan de acuerdo a sus reglas y eso le permite siempre terminar posicionándose como el héroe, con una cantidad inmensa de espectadores que se sienten sumamente cómodos e identificados con sus códigos y normas. La película apenas correcta y en extremo previsible que es Avengers: era de Ultrón lo prueba: dispone a repetición todas las estructuras conocidas, no aporta nada nuevo y entrega todo lo esperable, lo cual son sus defectos y a la vez sus virtudes, porque no alcanza grandes alturas pero tiene un piso atendible. Es un film con un público cautivo y fiel, que quizás cuestione algunos aspectos, pero luego acudirá nuevamente de forma masiva a la siguiente aventura, y hasta una crítica en su mayoría sumisa, que acompaña ciertas euforias sin desplegar argumentos que las sustenten.
De ahí que ahora las expectativas para ver algo realmente nuevo radiquen en Ant-Man, por lo que puede aportar desde la más pura comedia, y Captain America: Civil War, por la confrontación política que promete. Mientras tanto, en Avengers: era de Ultrón los héroes, villanos y espectadores siguen yendo por la senda más habitual y menos riesgosa.